‘Qué hago yo aquí’ es el nuevo espacio de retajes que estrenará Cuatro en 2013. A diferencia de otros programas como ‘Españoles en el mundo’ o ‘Callejeros Viajeros’ este formato recorrerá los lugares más inhóspitos del mundo de la mano de españoles que motivos personales o profesionales han establecido allí sus lugares de residencia.
Elena Ortega será quien presente estos retajes en los que prera vez la perspectiva se aleja de los paraísos habituales que peran en este tipo de programas para poner el prisma justo en el lado contrario. De esta forma el espectador en vez de envidiar lo que ven en pantalla y sentir el instinto de salir corriendo a hacer las maletas, quizá se plantee un segundo que en España no se está tan mal.
‘Qué hago yo aquí’ visitará lugares en el mundo marcados un cla extremo poco sotable; o una inseguridad ciudadana que hace que salir a la calle sea una acción de alto riesgo; o una contaminación que roza los límites de la salubridad; o una geografía o condición clatológica tan extremas que los hace complicados para la vida cotidiana. Son lugares donde la vida no es nada fácil, pero algunas personas se han instalado allí cumplir un sueño, un reto profesional, amor o una vocación.
El programa recorrerá enclaves inhóspitos, como el desierto de Atacama (Chile), la estepa siberiana o el Cinturón de Fuego del Pacífico, zonas de invierno nuclear como Chernóbil y lugares caracterizados un cla de violencia extrema, entre ellos, Ciudad Juárez o ciertos parajes de la selva amazónica.
En sus preras emisiones el programa presentará a Raúl, un español que trabaja como centador en Chernóbil. Allí se encarga de la construcción del nuevo sarcófago de la central nuclear, una tarea para la que necesita llevar constantemente el dosímetro que le avisa de la radiación que acumula su cuerpo hasta el límite permitido. En el desierto de Atacama, la región más árida del planeta, Elena Ortega entablará relación con Carmen, una empresaria de la construcción de 60 años que abandonó hace años su Asturias natal para vivir entre la contaminación de las minas de cobre y a una altitud difícilmente sotable. Juan y Cecilia también abandonaron España cambiando el cla mediterráneo la gélida Siberia, unas temperaturas de hasta 40ºC que no les piden ser felices con sus siete hijos, pese a la incertidumbre de no saber qué puede depararles un largo día de invierno siberiano, jornadas en los que actividades básicas, como ir al colegio, se convierten en una misión posible.
Junto a condiciones físicas de extrema dificultad, otras zonas del mundo se ven asoladas un tipo de violencia desencadenada intereses económicos. Es el caso de Ciudad Juárez, declarado el lugar más violento del planeta (exceptuando las zonas de guerra), donde las matanzas a mujeres, los cárteles de la droga y los asesinatos son parte de la rutina de José Antonio, un empresario hostelero cuyo principal objetivo es velar la seguridad de su familia, que ya ha sido vícta de la violencia de la ciudad. Tras el secuestro de su hijo, José Antonio cambia todos los días de ruta para evitar nuevos asaltos. Por su parte, en un aislado punto de la selva amazónica reside Pepe, un biólogo de 54 años que desde hace años vive bajo las amenazas de grandes entramados empresariales que pretenden deforestar una de las selvas más exuberantes y peligrosas del mundo. De hecho, este leonés sufre Leishmanisis, una enfermedad mortal transmitida mosquitos que le obliga a llevar un potente antídoto allá donde vaya.
Por últo, en Indonesia, dentro del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un vasto corredor caracterizado concentrar algunas de las áreas de subducción volcánica más activas del planeta, se ha instalado Cristóbal, superviviente del tsunami de 2004, una tragedia que podría volver a repetirse a causa de los continuos terremotos y erupciones de la zona. Cristóbal vive en permanente estado de alerta y se mantiene continuamente informado gracias a las nuevas tecnologías sobre la posibilidad de nuevos tsunamis, un riesgo con el que encara su jornada diaria.
Seguiremos informando…
