Luis Sans es desde hace un mes el encargado de encauzar las cuentas del Grupo Intereconomía. Sans tiene la misión de elaborar un plan de ajustes que permita a las empresas de Julio Ariza salvar el temal que se avecina en 2013. Sus preras medidas han sido buscar una nueva sede, ‘lpiar’ la parrilla y probablemente ejecute un nuevo plan de ajustes. Otro de sus retos sigue pendiente: conseguir liquidez para pagar la serie de retrasos que Intereconomía tiene con las nóminas de sus trabajadores.
Hace casi un mes Luis Sans asumía como nuevo director general de Intereconomía, un cargo de nueva creación para apoyar al consejero delegado Juan José Aizcorbe a ajustar las tuercas y conseguir ingresos para un grupo con serios problemas financieros. Aizcorbe seguía supervisando directamente las empresas del Grupo, pero Sans –asesor personal de Julio Ariza que desde 2011 trabajaba como consultor externo de Intereconomía se encargaría casi exclusivamente de buscar las optizaciones.
En un mes de trabajo ha buscado una nueva sede que permita ahorrar costes de alquiler, ha lpiado la parrilla quitando los espacios no rentables como ‘+ Vivir’ de Manuel Torreiglesias y prepara un nuevo plan de ajustes. Desde Intereconomía se dice que trabajan en todos los escenarios y con todas las hipótesis, pero lo cierto es que entre los planes se encuentra un ajuste de 200 puestos de trabajos que se suman a los 160 despidos del ERE de verano pasado.
El plan se aplicaría dependiendo de la evolución de los ingresos, una de las asignaturas pendientes de Luis Sans. Hasta el momento siguen pendientes los pagos de dos mensualidades en el canal, más dos pagas extras. Incluso en La Gaceta podrían deberse más nóminas. A día de hoy Intereconomía sigue sin poder pagar a sus proveedores más inmediatos y no puede abonar buena parte de las indemnizaciones comprometidas en el pasado ERE del verano.
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