En la Tierra a jueves, diciembre 26, 2024

Visibles con el cupón

La falta de clientes amenaza la viabilidad de miles de pequeños negocios. Sobre todo, la de aquellos enfocados a una clientela que cada día debe traspasar sus puertas para consumir sus productos y servicios. Comercios, establecientos de hostelería y de todo tipo de servicios, se enfrentan a una escasez de clientes o caídas en su facturación cliente, que la crisis ha agudizado.

 

Los viejos esquemas comerciales de afianzar en el tiempo una clientela más o menos asidua o el confiar la visibilidad al bocaoreja, se están quedando obsoletos. Lo que en una etapa de abundancia y expansión podía ser eficaz, no es suficiente en periodos de escasez y atonía como el que vivos. La siempre recurrente opción de plementar estrategias tradicionales de publicidad, comunicación y g ya no son tan factibles para este tipo de pequeños negocios. Independientemente de su alto coste, su eficiencia se mantiene en unos niveles inasumibles para ellos. Son negocios que necesitan nuevos clientes que de verdad consuman y que vuelvan de nuevo a comprar. Cada pacto promocional debe ser una venta y el coste de cualquier estrategia de comunicación debe estar en función directa del volumen de negocio generado.

 

Con estos condicionantes, las opciones que les quedan a estas pequeñas y medianas empresas son escasas. Las más eficientes están en el universo de la compra colectiva. Los cupones, los conocidos groupones, se han convertido en la tabla de salvación para miles de pequeños negocios que, a través de un uso inteligente de todas sus opciones, están atrayendo clientes de forma masiva y alcanzado unos niveles de retención que permiten garantizar su futuro. Y es que las plataformas de cupones procionan una visibilidad masiva, gratuita y de rentabilidad fácilmente calculable. Todo ello al instante. Son plataformas que permiten modular la oferta al máxo para dar a la empresa la máxa visibilidad, enfocar la campaña a una clientela determinada, con unos productos ajustados a sus necesidades, y con unos niveles de rentabilidad adecuados para cada negocio.

 

Son sistemas enfocados hacia nuevos clientes para el negocio, un nuevo público que de otra forma sería muy difícil de pactar. Ese nuevo usuario tiene un potencial de fidelización muy alto puesto que comprar su cupón y probar el producto o servicio, va unido. Así, el modelo de couponing, crea una relación de winwin con usuarios y comercios. Los preros obtienen aquello que buscan con un precio muy atractivo y los segundos consiguen subsanar esa necesidad tan habitual hoy en día: la falta de clientes mientras que el riesgo que asume con su inversión es muy bajo. ¿La razón? El empresario paga cada cliente que formaliza una compra y sabe desde el prer momento la eficiencia de su programación y el coste que le supondrá, lo que puede ajustar su operativa a esos parámetros. Si no recibe un solo cliente no desembolsará ni un solo euro. Así, las opciones de medición que procionan los cupones abren un espacio hasta ahora negado a los pequeños negocios en cuanto al conociento exacto de quiénes y cómo son sus clientes.

 

La inteligencia competitiva, que parecía exclusiva de las grandes empresas, está ahora al alcance de los pequeños negocios gracias a algo tan sencillo como un cupón.

 

Iñigo Amoribieta, CEO de Groupon España

 

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