La Fundación ONCE ha pulsado desde el año 2000, incluso en los últos años de dura crisis económica, un total de 42.000 empleos para personas con discapacidad gracias a su atación económica, sus planes de formación y la cogestión de fondos comunitarios.
El presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda, en un encuentro mantenido con un grupo destacado de europarlamentarios españoles y de otros países miembros, ha valorado la tancia y el trabajo de este modelo español, un ejemplo de fortaleza de la sociedad civil en Europa. Carballeda ha subrayado que los logros de formación y empleo alcanzados en España son el resultado de la ‘correcta gestión’ de los apoyos económicos procedentes del Fondo Social Europeo (FSE), en el capítulo de empleo para personas en riesgo de exclusión y lucha contra la discrinación.
Además, a continuación ha sido recibido en el Parlamento Europeo su presidente, Martin Schulz, junto con la eurodiputada popular, Rosa Estaràs; el socialista, Alejandro Cercas; el vicepresidente de la ONCE, Andrés Ramos; y el director general de la ONCE, Ángel Sánchez. Por su parte, Schulz les ha dado la bienvenida y ha aplaudido la labor de la ONCE y su Fundación en el desarrollo de la inclusión social y generación de empleo para personas con discapacidad.
Trece años de colaboración
Fundación ONCE suma trece años de colaboración con las autoridades europeas en este tipo de programas y, gracias a la cogestión de los fondos y una atación adicional de 107 millones de euros parte de la ONCE, se han logrado esos 42.000 nuevos puestos de trabajo, incluso con el manteniento del ritmo de generación en los últos años, a pesar de la crisis.
Además, Fundación ONCE ha atendido a más de 180.000 personas con discapacidad en estos trece años, mientras que 53.000 se han formado en diferentes áreas (con especial incidencia en las nuevas tecnologías), para prepararse en la búsqueda de empleo. Y, además, el 50% de estos puestos han sido para mujeres y muchos han beneficiado a jóvenes.
‘Detrás de estos números hay caras, nombres y apellidos, vidas’, ha destacado Carballeda, antes de apuntar que se trata de ‘ejemplos tangibles de lo que la Unión Europea logra, de su valor añadido’. Por ello, ha hecho un llamamiento al manteniento de esta prioridad parte de los Fondos Estructurales, precisamente para lograr una mayor cohesión social y los objetivos de no exclusión de la UE para 2020, más necesarios que nunca en estos tiempos de dificultad.
Contratación pública socialmente responsable
La ONCE y su Fundación también pulsaron en Bruselas algunas de las iniciativas que ya están dando buenos resultados en España, como la contratación pública responsable desde un punto de vista social, una iniciativa que fija obligaciones para que los contratos públicos beneficien a las personas en riesgo de exclusión, un ejemplo que también sirve para involucrar al resto de empresas y compañías.
Por otra parte, la tancia de la incoración de personas con discapacidad al empleo supone un éxito para los beneficiarios, sus familias y la sociedad en general, sumar más efectivos al tejido productivo, en muchos casos personas que no se planteaban siquiera trabajar o hubieran tenido pocas posibilidades de lograrlo sí solas.
Y se pone de manifiesto la tancia de la formación personalizada y continua, con una tasa de inserción laboral sobre el nivel de formación en torno al 24% que, además, beneficia especialmente a quienes tienen más problemas de acceso al empleo, como mujeres, jóvenes y mayores de 45 años.