El Consejo de Ministros acaba de confirmar oficialmente que deroga la concesión de licencias de TDT de 2010, lo que en la práctica se puede traducir en la retirada de nueve canales que actualmente emiten en las diferentes televisiones privadas. De realizarse una nueva licitación Antena 3 y Telecinco perderían la inversión en nuevas señales y Unidad Editorial (VEO TV) y Vocento (NET TV) se quedarían sin la mitad de su actual modelo de negocio basado en alquiler de frecuencias.
El Consejo de Ministros acaba de confirmar sorpresa que deroga la concesión de licencias de TDT del año 2010 y que abre un periodo transitorio para decidir qué hará con estas nueve licencias concesionadas. En principio se habla de enero de 2014 como fecha límite, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo plan de dividendo digital. Con ello el Ejecutivo acata la sentencia del Tribunal Supremo de diciembre de 2012 que declaraba nula la concesión no realizar un concurso público y no ceñirse a la Ley Audiovisual de 2005.
Es verdad que la resolución mantiene las actuales nueve licencias durante este tiempo transitorio, pero añada un fuerte componente de inseguridad jurídica al correcto funcionamiento del modelo comercial de las cadenas. Estamos hablando de nueve frecuencias que quedan en el aire Telecinco, Antena 3 y Cuatro con una cada una y La Sexta, Unidad Editorial y Vocento con dos cada una y que no saben si seguirán funcionando en un año más. Las cadenas califican esta resolución de lamentable y creen que se pone en práctica para ‘mantenerlas controladas’ durante este tiempo. Desde el Ejecutivo indican que se ciñen a lo resuelto el Tribunal Supremo.
De quitarle estas nueve licencias a las privadas estaríamos hablando de un verdadero terremoto para un sector aquejado una dura crisis de ingresos publicitarios. En el caso de Antena 3 y Telecinco perderían toda la inversión que han realizado en los últos meses en desarrollar nuevos canales de televisión. En tanto Unidad Editorial (VEO TV) y Vocento (NET TV) perderían la mitad de sus actuales cuatro frecuencias, lo que destruiría completamente su modelo de negocio basado en alquileres y que les reta una media de dos millones de euros anuales frecuencia.
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