Me ha hecho sonreir un artículo de Pedro Aparicio en prnoticias, contando que Carmen del Riego, actual presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, le saludaba dándole la mano detrás de la de Urbaneja, antecesor de Del Riego. Me ha hecho gracia que no hace una semana que un amigo –colega me preguntó: ‘Oye ¿no te parece que Urbaneja sigue detrás de la actual junta directiva de la APM?’. Y yo le respondí sin vacilar: ‘En absoluto, detrás no: delante; la que está detrás es Carmen del Riego’.
Andrés Ortega, que es un periodista muy competente mucho que no tenga título, escribía la semana pasada en su blog Luces Largas cuya lectura periódica recomiendo un artículo titulado ‘Bajón de nivel’, poniendo de relieve la baja calidad de los liderazgos actuales en todos los campos, sin descartar el del periodismo.
¿Cómo hemos llegado a esto? Splemente degenerando, que es como Juan Belmonte explicaba qué un antiguo miembro de su cuadrilla había llegado a gobernador civil.
Degenerando hemos pasado de aquellos parlamentarios de UCD a estos del Partido Popular; degenerando pasamos de Felipe a Zapatero, y no digamos de Carrillo a Cayo Lara; degenerando fuos de Ferrer Salat a Gerardo Díaz Ferrán, de Marcelino Camacho a Toxo, de Nicolás Redondo a Cándido Méndez, de Pedrol Rius a no sé quién. Y degenerando hemos ido de Polanco a Cebrián, de Luis María Ansón a Magis Iglesias y de Jesús de la Serna a Carmen del Riego.
Lo del periodismo ahora tiene mal arreglo. A la destrucción masiva de la base profesional agentes externos (crisis, despidos, cambio de modelo) se une que en la cúpula no tienen la envergadura suficiente, y tanto no tienen crédito, quiero decir reputación, fama, autoridad, para sacarnos de ésta.
Entre 2003 y 2007 todavía pintaba algo la APM. En aquella junta directiva en la que yo estaba se preparó un proyecto de Estatuto de la profesión periodística con mucho contenido, y recuerdo especialmente la postura de Urbaneja, que era la mía, en contra de que los periodistas hiciesen publicidad. Normal, ¿no? Esto también ha degenerado, hasta el punto de que en la junta actual se sienta alguien de quien yo sólo sé, que es lo único que he podido ver de él, que anuncia relojes en una TDT de fútbol, en medio de la confusión que originan unos contertulios gritones y faltones, alguno muy macarra, que, seguro, hasta tienen el título. El de periodista, me refiero. Naturalmente no va a ser este modelo de dirigente el que nos saque del desprestigio en que nos encontramos.
Aquel proyecto de Estatuto le fue encomendado a Magis Iglesias cuando presidió la FAPE que, puedo jurarlo, Magis Iglesias fue presidenta de la FAPE, y naturalmente se perdió el camino. La gran contribución de su mandato al desarrollo de la profesión fue el célebre comunicado ‘Rosario de la periodista valiente’, que desgraciadamente ha desaparecido de Google, pero que habría que recuperar para deleite de generaciones venideras. Y con el tiempo la FAPE también se ha perdido el camino. Hoy es una organización completamente prescindible.
Pero volvamos a la actualidad, volvamos a la junta de la APM en ejercicio, que también han desaparecido de Google las páginas de la versión inglesa del sitio web de la mismísa APM. Resulta que alguien de dentro consideró en su perfecto derecho que esa era web de referencia del periodismo internacional: ¿ qué no publicarla en inglés? Y allá que se lanzaron.
Durante meses la propia presidenta de la Asociación (Carmen del Riego de Lucas), se llamó Irrigation Carmen Luke. La Corrida de la Prensa era The Running of the Press. El diario ‘El País’ y su maldito ERE del que se hablaba todos los días era The Country. El defensor del asociado, agárrense, era The lawyer of the Commonwealth, cosa que, dicha así, confieso que me habría gustado ser a mí.
¿Sigo? Sigo: Pepa Bueno (de la mismísa junta directiva) era Pepa Good. Del currículum de José María Lorente, histórico secretario general, se infería que había sido redactorjefe del diario Up (Arriba), y de mi propio currículum se destacaban mis comienzos en los diarios Brand, Bow and Homeland (Marca, Proa de León y Patria de Granada). Poco faltó para que la secretaria general en ejercicio, María Jesús Chao, fuese denominada Mery Jesus ByeBye.
Y ¡from lost to de river! como la realidad supera a la ficción, la propia directora del sitio web, que se llama Blanca Bertrand Mira, firmaba unas veces como Watch White Bertrand y otras como Look Bertrand.
¿Se agina alguien la versión inglesa de la web del Banco Santander, diciendo que su presidente se llama Emily Ankie Boot o quizá Emily Booty, según se traduzca Botín como calzado o como tesoro del pirata? Habrían rodado muchas cabezas. Pero en la APM no: en la APM están encantados de haberse conocido y cuando en una reciente asamblea de asociados se preguntó tamaña chapuza, se rieron mucho y dijeron que sólo eran ‘pruebas’.
Pruebas desde luego son: pruebas irrefutables del bajón de nivel, de que no serán estos quienes nos saquen del desprestigio y la precariedad. Hay, cierto, algunas excepciones individuales en el conjunto de la junta directiva, pero están muy calladitas ante tanto disparate.
Podemos seguir hablando de más cosas: de la gestión económica, de la transparencia, de formación, de la SICAV, del repago, copago y tripago en el servicio médico…
Quizá otro día.