‘La Gaceta de los Negocios’ ha cerrado hace pocas semanas un ERE que ha descabezado su plantilla dejándola en mínos. De esta manera, en menos de un año han salido de la cabecera 95 personas dejando sólo a 45 personas actualmente trabajando en el diario. El objetivo era externalizar todos los servicios con la intención no confirmada de dejar el diario sólo en digital. En medio de esta vorágine con indemnizaciones y pagos atrasados en el aire, el diario fichaba en el prer trestre de 2013 a un nuevo columnista: Julio Echevarría, un profesional que escribe la página cuatro del diario ‘Así está el patio’.
La columna –que se publica todos los lunes rápidamente ha tenido repercusión mediática el elevado tono sarcástico y mordaz, analizando sin tapujos la actualidad mediática y política. En ella –donde nunca se incluye una foto de Echevarría se ridiculizan las informaciones y opiniones de otros medios, se critica a otros periodistas y a las líneas editoriales de los medios y de sus directores. Este artículo pasó a sustituir a ‘Un paseo la izquierda’, un artículo que tenía el mismo objetivo y que era firmado ‘El Trasgo’ seudóno con el que se conocía al ese entonces jefe de internacional del diario Carlos Esteban.
Pero ¿quién es Julio Echevarría? Las informaciones llegadas hasta prnoticias indican que es el propio director de la cabecera Javier Esparza quien realiza la mayoría de las columnas y que en ocasiones le apoya su equipo directivo. En La Gaceta sin embargo, se dice de manera oficial que es un colaborador externo que envía sus textos diariamente, aunque dentro de la redacción todas las sospechas apuntan a José Javier Esparza como el ‘cerebro’ que mueve a este misterioso tertuliano.
Esta ‘estrategia’ no ha sentado nada bien en la redacción ya que se considera que no tiene mucho sentido que el director o el equipo directivo utilicen un seudóno para ‘atizar’ a competidores. Si estamos hablando de un editorial y si el director además tiene una columna diaria de opinión, indican que es casi ‘absurdo’ mantener otra columna semanal. Esto considerando además que el anterior director Carlos Dávila sólo repartía críticas, pero siempre bajo su propio nombre ¿Cuál será el siguiente paso de este misterioso columnista? Igual es probable que escriba una columna criticando este mismo artículo y desmintiendo su autoría.
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