El Presidente del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Valladolid, Óscar Puente, es padre de dos niñas. Este pequeño detalle, sin embargo, no le ha frenado a la hora de hacer ciertos comentarios sobre los hijos de otras personas que carecen de ciertas capacidades y a quienes ha calificado de ‘deformes’.
El tavoz socialista del Ayuntamiento de Valladolid reprochaba al Partido Popular, a través de Twitter, una reforma de la ley del aborto que supra el supuesto legal que permite interrumpir el embarazo en caso de malformación del feto sin que habilite recursos suficientes para esos padres. Sin embargo, el rigor a la hora de expresar su posición era nulo. En su tuit afirma: ‘El PP recorta miles de millones en dependencia y nos obliga a tener hijos deformes. Tremendo combo’.
El propio Órcar Puente debió darse cuenta de lo inapropiado de su comentario. Lo borró minutos después y pidió disculpas a quienes se sintieran ofendidos. Sin embargo, este cruel término no ha contribuido más que a deslegitarle ya no solo como persona, sino como tavoz.
Y es que, tratar las deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales con esta crueldad, cuanto menos asegura una cascada de reproches. Desde quienes le acusan de no distinguir entre ‘diferente’ y ‘enfermo’ y afirman: ‘Claro, los minusválidos no merecen vivir…’; hasta quienes plantean ciertas preguntas retóricas: ¿Por qué un hijo discapacitado (deforme según usted) es menos ‘digno’ que uno sano?, ¿Matamos a quién quede discapacitado (deforme según usted) en accidente laboral?
Desde Down Madrid han manifestado que ‘las palabras solas se autodefinen’; pero también definen a quien las pronuncia.
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