El Ejecutivo mantiene en vilo a las televisiones privadas con el ‘anuncio’ de aprobar un nuevo decreto el que la incertidumbre cada vez es mayor entre dichas cadenas. Nueve canales y el futuro de algunos grupos de comunicación dependen de esta decisión que, aunque el Ejecutivo dijo que sería consensuada, lo cierto es que los plicados no han sido consultados ni se espera que lo sean.
El últo órdago de esta inusual contienda lo lanzo UTECA patronal donde se concentran todas las cadenas privadas el pasado 29 de abril, al presentar ante el Supremo una demanda para pugnar la decisión del Consejo de Ministros que anuló la concesión de nueve canales de TDT a las privadas en 2010. El Alto Tribunal deberá tomar una decisión que se dilatará posiblemente en el tiempo lo que otros pasos se darán seguramente antes.
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno que, pese a estar su resolución del Consejo de Ministros recurrida ante el Supremo, puede seguir adelante con su decisión, anunciada el Ministerio de Industria, de sacar adelante un decreto ley el que establecería unilateralmente con las privadas ya no hay contacto el futuro del dividendo digital tras acatar la sentencia del Supremo que anulaba las licencias de 2010.
La historia de las denuncias empezó en el Tribunal Supremo cuando declaró ilegales las licencias de 2010 y ahora este mismo organismo será el encargado de decidir sobre la demanda interpuesta UTECA.
En este círculo vicioso de decisiones e indecisiones, el Gobierno tiene la batuta y ahora toca saber si seguirá adelante con su intención de publicar el decreto, vía Consejo de Ministros más cercano que lejano, para volver a enfrentarse con las cadenas privadas como ‘medida de presión’, según han dado a entender a prnoticias en diversas ocasiones o, la contra, decide esperar la decisión del Alto Tribunal.
La tensión es máxa y mientras los dos grandes grupos, Atresmedia y Mediaset España, muestran cierta tranquilidad que sólo les supondría reorganizar su negocio y ya tendrían clara la postura del Ejecutivo hacia ellos para el futuro, Unidad Editorial y Vocento verían peligrar su medio de financiación básico en la actualidad.
El gobierno decide: les quita los nueve canales o se los devuelve pero, haga lo que haga, siempre habrá un perdedor el prero, previsiblemente, será el propio Ejecutivo al enfrentarse a los grandes grupos mediáticos del país. La pelota está en su tejado.
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