Hubo una época en que los grandes editores de Prensa quisieron construir perios mediáticos que la crisis económica se ha encargado de desmoronar. Prisa salía a Bolsa en el año 2.000 como una demostración de poderío, mientras que Vocento lo hacía en 2.006 para culminar su consolidación como multedia. Hoy, entre las dos empresas no suman más de un euro de valoración bursátil en conjunto, menos que un periódico. En el camino se han producido numerosos EREs, desplome de su facturación y millonarias pérdidas.
Prisa salía a Bolsa en junio de 2.000. Lo hacía al calor de un multedia que comenzaba a coger fuerza y con sus negocios de Radio, Prensa y Editorial integrados prera vez en su historia. Las expectativas eran grandes y el precio fijado para debutar ponía: 20,8 euros (3.460,83 pesetas según el cambio de la época). En ese momento el diario El País costaba 100 pesetas y con 3.500 pesetas se podía ir a comer holgadamente a un restaurante. Era el momento en que el Grupo consolidaba su expansión en Latinoamérica y pensaba en llegar a Estados Unidos. Era en definitiva una época radicalmente distinta.
Hoy –en concreto al cierre del mercado de ayer la acción de Prisa cuesta 0,21 euros, un precio tan irrisoria como trágicamente bajo. Hoy, necesitamos más de seis acciones de Prisa para comprar una edición de El País. En el momento de su salida a Bolsa con una acción se podían comprar 34 ejemplares. Y es que al margen de estos cálculos de ficción vemos que en los trece años que separan estas cotizaciones han pasado muchas cosas que han cambiado radicalmente a Prisa.
El Grupo intentó crecer y para ello recompró Sogecable generando una deuda colosal en la compañía que en estos momentos no puede bajar de los 3.500 millones de euros. En este tiempo Prisa ha debido fraccionar su capital y ponerse en manos de empresas de capital de riesgo, dando además entrada a los bancos en su capital, los que además son sus principales acreedores. En estos momentos, Prisa tiene serios problemas de liquidez debido a la dura coyuntura publicitaria que ha hecho caer sus ingresos a la mitad en siete años y a pesar de sus duros recortes que han generado sucesivos EREs en prácticamente todas sus empresas incluyendo a la Cadena Ser, Sogecable y El País, sus empresas emblemáticas.
Por su parte, Vocento salía a Bolsa en noviembre de 2006 con la intención de consolidar su proceso de fusión entre el Grupo Correo y ABC. Lo hacían además con la idea de convertirse en un grupo multedia tras lanzar Punto Radio y estrenar licencias de TDT que les acababa de conceder el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. La empresa intentó crecer, engordar más de la cuenta y ser líderes en negocios donde no tuvieron nunca un equipo directivo acorde con los desafíos.
La salida fue a 15,60 euros al calor de la burbuja inmobiliaria que explotaría dos años después. Y como la burbuja la cotización de la empresa comenzó a caer hasta llegar a los actuales 88 céntos. Siguiendo la comparativa de El País con Prisa: en 2006 se podían comprar quince ejemplares de ABC con una acción, mientras que hoy se necesitarían dos acciones para adquirir un solo ejemplar. En el medio también Vocento se ha desplomado. Lleva casi un lustro de pérdidas y en el medio ha hecho todo tipo de recortes al mismo tiempo que sus ingresos han caído en picado.
Sus negocios multedia también han fracasado. Este mismo año han cerrado ABC Punto Radio, su gran apuesta las ondas, al mismo tiempo que ha cerrado su diario gratuito Qué!, después de pagar más de cien millones de euros él. Sus negocios de televisión se han cerrado sucesivamente para terminar alquilando sus cuatro licencias conseguidas el Gobierno. Hoy están inmersos en un duro plan de ajustes donde sólo quedan como negocios operativos la prensa local y nacional, además de Intet.
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