¿Qué ha pasado con la privatización de las autonómicas? De momento, nada. Casi un año después de la aprobación de la Ley que permitía a cada Comunidad decidir qué forma de gestión quería para sus televisiones, no se ha modificado casi ningún sistema de administración. Sólo se ha cumplido la prera parte de la ecuación: los recortes. Y hemos visto a televisiones como Telemadrid y Canal Nou dejando sus plantillas en mínos. El gran problema es que las autonómicas ya no son atractivas para ningún inversor en momentos en que languidecen sin audiencias ni financiación.
Los gobiernos autonómicos se frotaban las manos. Hace un año se hizo oficial la nueva Ley que les permitía decidir la manera en que gestionar sus cadenas, incluso permitiendo la venta de las mismas. Era una Ley propicia para que los Ejecutivos enajenasen un activo incómodo, recaudasen dinero y de paso cerrasen el grifo a empresas altamente ineficientes, recortando una partida altamente sangrante en unas cuentas públicas cada vez más reducidas.
La teoría era perfecta, aunque en la práctica la crisis ha dado un palmo de narices a las administraciones. Hoy hoy las televisiones autonómicas siguen siendo un negocio ruinoso, con elevadas deudas, plantillas sobredensionadas, gastos incontrolables y escasa cuota de pantalla, además de una recaudación publicitaria cayendo en picado. Un negocio ruinoso que nadie quiere asumir –y el que nadie ha planteado una oferta en firme en autonomías donde se han sondeado posibles inversores ya ni siquiera como concesionario externo.
La realidad de las televisiones autonómicas que han dado el paso hacia la externalización, es que les ha costado varios meses elegir a una empresa que se encargue de sus servicios de producción y con compromisos muy a la baja. Pocas empresas audiovisuales creen que estar en una autonómica sea garantía de éxito, pero sin embargo se quedan en estas cadenas como una manera de sobrellevar la crisis publicitaria, con costes muy ajustados y beneficios mínos.
Y es que las cifras son desalentadoras. Todas las ayudas públicas y subvenciones a las cadenas autonómicas han caído como míno a la mitad desde que comenzara la crisis, a lo que hay que sumarle una brutal reducción y concentración del mercado publicitario de las cadenas. En este últo trestre, las autonómicas recaudaron en conjunto 27,7 millones de euros, un 19% menos que hace un año. En estos momentos todas las televisiones autonómicas sólo tienen el 6,8% del mercado publicitario. Hace cinco años tenían más del 20%.
Y en cuanto a audiencias las cosas no van mucho mejor. Los últos datos de Kantar Media del mes de abril reflejan que su share medio es del 9% con cadenas que siguen claramente a la baja: Telemadrid (4,4%), Canal Nou (4,4%) y Castilla La Mancha TV (4,3%), TPA (5,2%) e IB3 (5,9%), todas ellas con más de un 10% en sus mejores momentos y coincidentemente, las cadenas que se han enfrentado a duros recortes en los últos dos años, las dos preras con EREs de más del 80% de su plantilla. A ellas hay que sumar la cuasi desaparición de 7RM de Murcia con un 1,1%.
Por su parte, las que tienen más audiencia siguen siendo las históricas y las que apuestan seguir manteniendo la titularidad pública, aunque no se libren de duros recortes. Nos referos a TV3 (14,3%), TVG (10%), ETB2 (9,5%) y Canal Sur (10,7%), según los últos datos de abril.
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