Llegamos a confundir la indolencia, la persividad y el completo pasotismo con la autorregulación de las entidades y los mercados en los que operaban. Tras años de no hacer nada, casi choca ver ahora cómo se regula, se recomienda y se exige a las entidades financieras que cumplan. El actual Banco de España tras la nefasta etapa de FernándezOrdóñez es una de las pocas alegrías de esta economía paralizada.
Nada más llegar al poder el Partido Popular antepuse cualquier reforma a la que debería hacerse sobre los supervisores de bancos, cajas y mercados (Banco de España y CNMV, principalmente): Las reformas deben empezar el Banco de España y la CNMV. La del Banco de España, de momento, está dando excelentes resultados. Se ve que hay alguien al frente, que está preocupado y que quiere –sin perjudicar la ya dañada confianza sobre el sistema financiero que queden lpias de una vez todas las tripas de las entidades.
Hay algunos que critican las formas. Pero el Banco de España no está añadiendo más regulación al marasmo de circulares, leyes, directivas, etcétera, sino que busca sin más aparato legal y sin saltarse las leyes que se obre con sensatez y con transparencia para que el sector sea viable y aleje las sospechas que han pesado sobre él. Todo esto, además, supone un tante ahorro de costes, ya que el descontrol y las aventuras bancarias siempre se pagan con el dinero de todos.
Empezó el año poniendo fin a extratipos que hacían inviables a las entidades en un contexto económico recesivo donde no hay negocio. Una noticia que INVERTIA dio en exclusiva y que –aunque algunos tacharon de intervencionista ponía fin a las alegrías de las entidades normalmente más dañadas y, tanto, obligadas a pagar tipos más altos. Lamentará tanto el cliente pagar los extratipos como alegrará al resto que esos 4 ó 5% los terminase pagar el conciudadano tras una intervención de la entidad financiera.
También ha salido victorioso en los conflictos legales y de código de buen gobierno y prácticas con la disión de Alfredo Sáenz. Afortunadamente, el famoso banquero del Santander se ha marchado antes de que el organismo supervisor tuviera que decidir, pero en los mentideros de la Corte se apuntaba a una postura firme de la entidad gobernada Luis María Linde que junto a la edad del banquero habrían justificado su retiro dorado sin pelear más.
Ahora, el Banco de España acomete la lpieza y transparencia de los balances bancarios. No quiere dudas, no quiere contabilidad creativa de la que se construye desde abajo hacia arriba. Vuelve a coger las riendas para controlar las refinanciaciones de créditos que podrían hacerse eternas y disular u ocultar morosidades superiores a los que se publica. Recuerden ustedes cómo se disparaba la morosidad en el momento que una entidad financiera era intervenida.
Poner claridad para situar con exactitud el lugar que deben estar determinados créditos es clave. No ta, aunque duela, que en 2013 los bancos no vayan a ganar dinero como apuntan ya estudios de prestigiosos analistas si, a cambio, devolvemos la confianza y acabamos con la farsa mantenida durante los años anteriores.
El Banco de España, insisto, es hoy hoy una de nuestras pocas alegrías de esta economía. Ahora solo falta que también se apunte a este despertar en la supervisión y en la gestión la Comisión Nacional del Mercado de Valores. De momento, sus pasos parecen más lentos y cortos, pero también hay voluntad de hacer olvidar épocas recientes. Ahí, al lado, ya tienen un ejemplo.
Luis Aparicio Pérez, Director de Contenidos de INVERTIA / www.invertia.com