En el marco del XX Congreso Nacional de Medicina General y de Familia, celebrado en Zaragoza, Novartis ha organizado el encuentro ‘Objetivos terapéuticos en el paciente anciano diabético’ con el objetivo de debatir los principales retos en el abordaje del paciente anciano con diabetes tipo 2.
La prevalencia de la diabetes tipo 2 aumenta con la edad y se esta que, a nivel mundial, en las dos próxas décadas la epidemia de esta patología va a ser especialmente significativa en la población mayor de 65 años. En España, según datos del estudio Di@betes, la prevalencia de la diabetes en el paciente anciano mayor de 75 años se acerca al 30% de la población y alcanza casi el 40% en mayores de 85 años.
En palabras del Dr. Carlos Miranda FernándezSantos, médico de Familia del Centro de Salud Buenavista de Toledo, coordinador del Grupo de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y moderador de la reunión: ‘El objetivo de este encuentro se centra en el abordaje de la diabetes y del resto de los factores de riesgo cardiovascular asociados, en el contexto del paciente anciano’.
El paciente anciano diabético presenta particularidades como la presencia de comorbilidades, una elevada heterogeneidad clínica, síntomas geriátricos (deterioro cognitivo, depresión o caídas) y un mayor riesgo de morbortalidad, entre otras, que hacen necesario un abordaje específico de la patología.
En este sentido, afirma el Dr. Miranda FernándezSantos ‘a la hora de tratar un paciente de estas características es necesario individualizar cada caso, puesto que tal y como establece el Documento del Consenso sobre el tratamiento del paciente anciano diabético, en el que ha participado y suscribe la SEMG, los objetivos terapéuticos en el paciente anciano diabético varían con la edad y la situación del propio paciente’.
Entre los temas abordados en la mesa debate, cabe destacar la reflexión en torno a la tancia de establecer unos objetivos de control glucémico para lograr un correcto abordaje del paciente anciano diabético. Según el Dr. Francesc Formiga, director del programa de Geriatría, Servicio de Medicina Interna del Hospital Bellvitge de Barcelona, ‘los objetivos de control glucémico del paciente anciano deben ser individualizados y tener siempre en cuenta la opinión del paciente e plicarlo en todo el proceso. Aunque las opciones terapéuticas son las mismas que para los jóvenes, en las personas mayores, estas opciones tendrán que ser adaptadas a diversos aspectos como la función renal, la fragilidad, la disminución de la agudeza visual, la presencia o no de un cuidador cualificado, entre otras, siempre en función del perfil del paciente’.
El tiempo de evolución de la diabetes y la expectativa de vida total y activa del paciente resultan de gran tancia a la hora de planificar los objetivos terapéuticos. Por ello, afirma el Dr. Formiga ‘en el momento de decidir los objetivos terapéuticos deben contemplarse dos escenarios distintos: un lado, en ancianos con unas capacidades funcionales y cognitivas conservadas, sin complicaciones ni comorbilidades tantes y con buenas expectativas de vida, se recomienda un objetivo de HbA1c del 7%7,5%. Por otra parte, en el grupo de los ancianos frágiles, con discapacidades (físicas y/o cognitivas) e tantes complicaciones y/o comorbilidades, y con una expectativa de vida corta, los objetivos de control deben ser menos estrictos (HbA1c 7,6%8,5%). Es evidente que la baja expectativa de vida deja fuera de perspectiva objetivos de control muy estrictos que ofrecen sus beneficios a mediolargo plazo’.
Los expertos también han debatido acerca de los factores que litan el manejo del paciente anciano diabético en Atención Praria. Según el Dr. Francisco Llave, médico del Servicio de Atención Praria del Hospital de Alta Resolución El Toyo de Almería, ‘el paciente anciano con diabetes tipo 2 presenta una serie de características y condicionantes que deben de tenerse en cuenta cuando se utiliza el o los fármacos más adecuados: un lado, la calidad de vida, que será buena o aceptable en algunos casos, mientras que en otros pacientes existirá una reducción tante de las habilidades instrumentales y una elevada comorbilidad; otro, las complicaciones crónicas, pues algunos pacientes presentarán complicaciones micro y macrovasculares, mientras que en otros, los de recién diagnóstico, éstas serán escasas o nulas’.
El Dr. Francisco Llave también ha indicado que tampoco ‘pueden olvidarse los grandes síndromes geriátricos que, sí mismos, pueden condicionar el tratamiento y reducir la esperanza de vida, como son el deterioro cognitivo, la depresión, las caídas accidentales, la polifarmacia, la incontinencia urinaria o el dolor crónico, citar los más habituales’.