Tras casi una década sin avances en cáncer de cérvix, aumentar las opciones terapéuticas más allá de la quioterapia estándar ha centrado hoy la atención de los especialistas presentes en la sesión plenaria de la Reunión Anual de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO). En esta cita americana se han presentado los preros datos de Avastin® (Bevacizumab) en este tumor que muestran una mejora de la supervivencia global (objetivo prario de esta investigación).
Así, el ensayo clínico GOG240 revela que las pacientes con cáncer de cuello de útero avanzado y recurrente tratadas con Avastin® más quioterapia vivieron una media de 17 meses frente a los 13,3 meses de aquellas que solo recibieron quioterapia (paclitaxel y topotecan o cisplatino). El grupo tratado con el antiangiogénico redujo en un 29% el riesgo de muerte frente a las pacientes que sólo recibieron quioterapia (HR=0.71, p=0.0035).
El estudio GOG240 es el prer fase III que muestra avances en esta enfermedad con un tratamiento diferente de la quioterapia. Se trata de una investigación pionera con 452 pacientes liderada la red de investigadores del Grupo Norteamericano de Ginecología Oncológica (GOG) con el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI). En este sentido, España, con 6 hospitales y 18 pacientes, ha sido el único país europeo participante.
La doctora Ana Oaknin, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, ha sido la principal investigadora en nuestro país. A través de su labor como coordinadora nacional del estudio, se establecieron las condiciones regulatorias que permitieron la participación de los profesionales del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO). “Nuestra entrada en un estudio de esta relevancia pone de relieve, sin duda, la alta calidad de la investigación clínica española”, subraya la doctora.
El aumento de la supervivencia global (SG) es, en palabras de esta especialista, el ‘gran objetivo’ frente a esta enfermedad que apenas ha incorado novedades más allá de la quioterapia en casi una década. ‘Cualquier estudio en cáncer de cérvix busca mejorar la SG que no disponemos de líneas secundarias de tratamiento. El prer esquema que apliquemos debe ser lo suficientemente eficaz para prolongar todo lo posible el tiempo de vida de nuestras pacientes. Hablamos de mujeres jóvenes con una supervivencia que no suele superar la cifra de los 10 meses. En este sentido, no habíamos conseguido una mejora de la SG desde 2005, cuando comprobamos que combinar dos agentes citotóxicos (cisplatino y topotecan) era superior a utilizar solo uno (cisplatino)’, explica la doctora Oaknin.
En términos de tasa de respuesta, el estudio mostró que Bevacizumab más quioterapia disminuyó más el tamaño del tumor que la quioterapia en solitario (48% vs. 36%, respectivamente, p=0.0078).
El cáncer de cérvix, cuya incidencia anual en España es de unos 2.100 casos, está considerado una necesidad médica no cubierta la escasez de opciones terapéuticas disponibles. A nivel mundial se esta que cada año se diagnostican más de medio millón de tumores. Cuando está localizado la supervivencia a los cinco años es del 90%; si cuando se detecta la enfermedad, ésta ya se ha diseminado, entonces ese centaje se reduce a menos del 20%. ‘Estamos ante lo que conocemos como una patología huérfana; en ella es bastante más complicado que en otros tumores desarrollar investigación clínica debido a su distribución geográfica. El mayor número de diagnósticos se localiza en países en vías de desarrollo. No obstante, hay en marcha otros estudios encaminados a probar nuevas terapias’, asegura la doctora Oaknin.
La angiogénesis es el proceso a través del cual un tumor desarrolla su propio suministro sanguíneo para seguir creciendo y lo hace liberando VEGF, que son las iniciales en inglés del factor de creciento endotelial vascular. Bevacizumab actúa inhibiendo precisamente este factor para poder controlar el tumor. ‘La angiogénesis’, explica la especialista del Vall d’Hebron, ‘juega un papel altamente relevante en cáncer de cérvix, estando plicada en su desarrollo desde el mismo momento en que se produce en la paciente la infección el Virus del Papiloma Humano (HPV) y constituye un factor de mal pronóstico’.
En términos de seguridad, el añadir Bevacizumab al régen de quioterapia no reveló la aparición de nuevos efectos secundarios que no fueran manejables o bien se trataba de los conocidos previamente en otros estudios con el antiangiogénico, que tiene además indicaciones aprobadas en otros tumores como mama, colon, pulmón y ovario.