Dentro de la serie de líneas en las que está trabajando la prensa para superar la profunda crisis de modelo en la que está inmersa, se encuentra la de reducir sus tiradas al míno y dejar sólo lo indispensable para migrar todo el resto de los esfuerzos a Intet. Estamos hablando del viejo interés de los editores de crear productos ‘premium’ con muchas páginas de opinión y realmente dirigidos a los fieles de la prensa que, además, deberían coincidir con personajes realmente influyentes.
En esta línea de trabajo, la idea es atar la tirada estrictamente necesaria y quitarla de sitios y provincias más alejadas –donde solo debería existir prensa local y centrándose estrictamente en las capitales de provincia. La cobertura geográfica se completaría con intet y las nuevas tecnologías. Estamos hablando de un modelo silar al de EEUU donde hay grandes diarios locales y regionales, pero casi ninguno a nivel nacional.
Esta estrategia ahorraría mucho dinero en distribución, en papel, en tinta y en definitiva, permitiría ahorrar un elevado coste en delegaciones, que prácticamente han desparecido para la gran prensa en los últos dos años. Este nuevo eje de distribución, centrado en grandes capitales y en el caso de los cuatro grandes sólo en información de interés ‘nacional’, también encajaría una migración hacia contenidos más reposados y de análisis, centrando la inmediatez fundamentalmente en Intet.
No obstante, este paso es difícil de dar y tiene fundamentalmente dos trabas: la prera es la pérdida de valor comercial de los diarios. Un diario nacional precisamente tiene la ventaja frente a sus competidores locales de atar una mayor cobertura a sus anunciantes, que además pueden ser locales o nacionales. Es ello que si desaparece la parte regional, se podría perder un tante número de anunciantes locales, pero también nacionales que ya no pagarían tanto anuncios que potencialmente verá menos gente.
Esta pérdida de cobertura comercial iría necesariamente unida a la pérdida de influencia. La lógica numérica indica que mientras más diarios se vendan mayor es la influencia. Esta nueva forma de ver la prensa indicaría que no tante cuántos te vean, sino quiénes te ven realmente y si éstos tienen peso en las decisiones o pueden realmente influir. Ése es precisamente el reto de los departamentos comerciales de los diarios: convencer a los anunciantes de que su distribución reducida al míno puede ser tanto o más atractiva que su actual oferta comercial.
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