Más de dos millones de españoles sufren incontinencia de orina, pero sólo un 30% consulta al urólogo. Así lo ha asegurado el doctor Manuel Esteban, coordinador del Grupo de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco su LXVIII Congreso Nacional, que estos días se celebra en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada y al que acuden más de un millar de expertos para debatir sobre las últas novedades y tratamientos de diversas patologías urológicas.
Se esta que la mitad de las mujeres tendrán un problema de incontinencia en algún momento de su vida. Este trastorno se asocia con un escape involuntario de la orina que genera un tante pacto sobre la calidad de vida del paciente. Además de un problema higiénico, la incontinencia representa en la mujer un serio condicionante para sus relaciones laborales, sociales y afectivas.
Tal y como señala el presidente de la AEU, doctor Humberto Villavicencio, ‘la incontinencia de orina se puede presentar a cualquier edad y afecta a ambos sexos. Muchos de estos pacientes ocultan su enfermedad temor al rechazo social a causa de un problema que hoy tiene solución. Por lo que es tante que hagamos llegar a la población el mensaje de que existen tratamiento adecuados individualizados para cada paciente, y que lo tante es acudir al urólogo para tener un diagnóstico correcto del tipo de incontinencia que se sufre y actuar en consecuencia’.
Botox, nueva herramienta terapéutica
El empleo del botox, más conocido como toxina botulínica está actualmente incluido en las guías de la Asociación Europea de Urología (EAU) con un grado máxo de recomendación como tratamiento eficaz y mínamente invasivo para reducir la hiperactividad del músculo detrusor (pared de la vejiga que se contrae en el momento de la micción para extraer la orina, y que está relajado cuando esto no sucede para permitir que la vejiga se llene). Sin embargo, este experto matiza que “se trata de una alternativa de segunda línea, que hay que utilizar cuando han fracasado otras opciones farmacológicas. De todos modos es una herramienta a tener en cuenta y que se está incorando al arsenal terapéutico, teniendo en cuenta factores como la comorbilidad, la gravedad del trastorno, los síntomas y la afectación de la calidad de vida”.
La toxina botulínica es un neuromodulador que inhibe la contracción del músculo de la vejiga. Según explica el doctor Esteban, “el tratamiento se administra a través de una inyección, bien en la vejiga, para paralizar el músculo detrusor temalmente, o bien en el esfínter para facilitar la salida de la orina. Sus efectos pueden traducirse en beneficios sobre los síntomas de vejiga hiperactiva, incluyendo la urgencia en la micción”.
El doctor Esteban subraya que la incontinencia urinaria no es una enfermedad en sí misma, sino un problema que responde a varios factores. “Las causas que están detrás de un escape involuntario de orina añade varían mucho dependiendo de la edad”. En la mujer joven, el embarazo y el parto constituyen la principal causa del debilitamiento del suelo pélvico. Ya en la edad madura (entre los 4560 años), la más frecuente es la incontinencia de esfuerzo. “En estos casos, la afectada presenta una uretra incompetente asociada siempre a un suelo pélvico que ha perdido el tono que tenía en la juventud. Lo que está directamente relacionado a su vez con el descenso hormonal ligado a la menopausia”, señala el doctor Esteban.