En la Tierra a martes, diciembre 24, 2024

CPP mide el coeficiente de robabilidad con el distractómetro

CPP, empresa de protección y servicios de asistencia, ha llevado a cabo su segunda fase de la campaña STOP Carterismo, que pretende concienciar acerca del problema de los carteristas y divulgar información para evitar la acción de estos delincuentes. Para ello, ha contado con el Dr. Manuel Martín Loeches, neurocientífico de reconocido prestigio que ha analizado qué sucede en la mente para que un carterista nos robe la cartera, el móvil o el bolso sin darnos cuenta. Eduardo Gil, responsable de comunicación de CPP y StopCarterismo, asegura que hay personas que sufren más robos que otras y no es sólo hábitos inseguros sino la mayor o menor propensión a la distracción de cada uno, ‘ eso nos hemos puesto en manos de una de las personas que mejor conoce el funcionamiento del cerebro humano, para analizarlo y aconsejar mejor a las víctas potenciales del carterismo’.

Según explica el Dr. MartínLoeches, ‘el cerebro humano siempre está atendiendo a algo, nunca ‘desconecta’, lo que ocurre es que hay veces que deja de atender lo que sería conveniente y se fija en otra cosa. Ese desvío de la atención es lo que comúnmente llamamos un despiste’. Por ello, el Dr. MartínLoeches ha centrado el experento y la investigación en el factor ‘atención’. ‘Los carteristas se valen de esos despistes así que para averiguar quién es más o menos vulnerable a su actividad debemos analizar esa facultad del cerebro llamada atención’, explica MartínLoeches, que añade que la capacidad de multitarea sólo se da en casos muy raros ya que la atención es un recurso litado: ‘Cuando algo absorbe nuestra atención es muy difícil que nuestro cerebro perciba, ejemplo, que alguien está metiendo la mano en nuestro bolso o nuestra chaqueta’.

 

El Distractómetro de CPP y el Coeficiente de Robabilidad

Para diseñar El Distractómetro, el doctor MartínLoeches ha seleccionado siete variables que afectan significativamente a la atención, factores concretos de la personalidad de cada individuo que pueden predecir la vulnerabilidad individual a la distracción. ‘Tres de ellas deben ser evaluadas mediante pruebas psicotécnicas, consistentes en unos ejercicios prácticos y una medición psicofisiológica a partir de unos estímulos’, explica el doctor, ‘pruebas que se han llevado a cabo hoy en la carpa de StopCarterismo para medir: la capacidad de memoria operativa, para examina la cantidad de información que somos capaces de gestionar, la capacidad de atención básica, que evalúa la calidad de información que podemos manejar, y la empatía, que calcula la propensión a meternos en la mente o en los sentientos de los demás’. Todas están interrelacionadas y tienen mucho que ver con las otras cuatro variables que afectan a la atención y que podían, en principio, ser predictores de la vulnerabilidad al carterismo. Para determinar cuáles de esas otras cuatro variables influían en una mayor o menor vulnerabilidad al carterismo se llevó a cabo una encuesta previa analizando personas que habían sido víctas frente a otras que nunca lo habían sido. De esas cuatro variables se descartaron ‘influenciabilidad’ y ‘calidad perceptiva’ y se seleccionaron ‘modo habitual de pensamiento’ y ‘emocionabilidad’ para completar ese Coeficiente de Robabilidad de cada persona. ‘El coeficiente es una cifra entre 1 y 10 que, de algún modo, nos indica si somos más o menos vulnerables o propensos a convertirnos en víctas de un carterista”, explican desde StopCarterismo, que ha habilitado una sección en la web para que la gente pueda hacer estas pruebas desde casa.

 

Resultados de la encuesta previa

Además de para seleccionar las variables más relevantes respecto a la susceptibilidad al carterismo, la encuesta ha arrojado algunos datos interesantes:

 

  Población robada: El 27% de la población afirma haber sido vícta alguna vez de algún carterista. El 19% de hombres frente al 34% de mujeres. No hay diferencia significativa grupos de edad pero sí en cuanto a zona de residencia. Madrid y Barcelona, y sus áreas metropolitanas, se elevan muy enca de la media, con un 39% en Madrid y un 36% en Barcelona.

 

  Lugar del robo: El 28% afirma haberlo sufrido en un la hostelería (bar, cafetería, restaurante u hotel), el 27% en el transte público y el 21% en una tienda, centro comercial o mercado. El 25% restante se reparte entre fiestas populares o eventos callejeros (14%) y puntos de interés turístico (9%). La mujer sufre más robos en la hostelería que el hombre (30% Vs. 24%) así como en zonas comerciales (27% Vs. 14%) mientras que el hombre ha sido robado más que la mujer en puntos de interés turístico (15% Vs. 6%), Fiestas populares o eventos callejeros (14% Vs. 10%), y eventos detivos (3% Vs. 0%). No hay diferencia en el transte público (mujer 28% Vs. hombre 27%).

 

Entre las variables neurocognitivas medidas en la encuesta, las víctas presentaron niveles más altos de tendencia a la abstracción, a ‘poner el piloto automático’, (Modo habitual ( defecto) de pensamiento) siendo las víctas masculinas las que más afirmaban ‘poder aginar cosas’ y las femeninas ‘poder soñar despiertas’. Y también se mostró relevante la tendencia a emocionarse fácilmente, sobre todo las víctas mujeres ‘aunque no podemos afirmar que el género sea un factor de mayor vulnerabilidad ya que las mujeres no víctas tienden a emocionarse con mayor facilidad que los hombres no víctas y en la misma medida’.

 

El carterista y sus ‘trucos de magia’

MartinLoeches recurre a la magia para explicar algunas técnicas que usan los carteristas para desviar la atención. ‘Los neurocientíficos llevamos algunos años investigando cómo los magos desvían la atención del espectador y existen técnicas que también suelen emplear los carteristas y que se pueden explicar a través de tres conceptos: el foco de la atención, la distracción mental y la atención conjunta’. El foco de la atención supone que ésta es como una linterna, que ilumina aquello a lo que prestamos atención pero oscurece lo que no atendemos, generando la famosa visión tipo túnel. La distracción mental se produce sobre la atención de forma endógena, generando un diálogo interno en la vícta para mantener su atención ocupada en un estímulo interno, y de forma exógena, presentando un estímulo externo inesperado para que nos fijemos en él. De este modo, a la vícta no le quedan recursos atencionales para centrarse en lo que está ocurriendo realmente. Y la atención conjunta explica la propiedad que tenemos de prestar atención a lo que creemos que otras personas también están prestando atención. ‘Por ejemplo, si salgo a la calle y miro hacia arriba, al poco rato habrá un corrillo de personas mirando hacia arriba para ver qué pasa. Todo esto lo utilizan mucho los magos, son claves sociales de la atención, pero también los carteristas’, explica el Dr. MartínLoeches.

 

La distracción no es algo negativo, es algo humano

La distracción es un arma de doble filo, según se explica en este segundo informe de SotpCarterismo. Nuestro sistema cognitivo busca equilibrio entre la concentración y la distracción. La prera posibilita que nos centremos en tareas que requieren toda nuestra atención, bloqueando lo que nos rodea, y la segunda nos permite detectar, al mismo tiempo, cambios que pudieran afectar a nuestra seguridad. ‘No sería eficaz un sistema que bloqueara todo completamente sino un peligro. La capacidad de estar alerta inconscientemente es una ventaja pero también un inconveniente que supone que nos podamos distraer con estímulos irrelevantes o que genere alguien interesadamente, como un carterista en este caso’, advierte el Dr. MartínLoeches.

 

Las 28 distracciones del carterista

El informe de StopCarterismo explica que hay muchísos factores que distraen: ‘Algunos externos, como un sonido o una agen, y otros internos, como las preocupaciones, las alegrías, las fantasías, pero lo que más distrae es un estímulo que no esperamos, mucho más que uno muy potente. Eso es lo que más dispara la distracción, lo inesperado’. De este modo, el informe destaca los 28 momentos y lugares cotidianos preferidos los carteristas, donde aumenta nuestra vulnerabilidad y donde, tanto, debemos elevar nuestros niveles de alerta. Por ejemplo, la curva o el frenazo en el transte público, cuando leemos el periódico del de al lado, dentro del bar de copas, en un espectáculo callejero, en un paso de cebra, en la recepción del hotel, en el probador de una tienda, en la playa, al sacar una foto haciendo turismo, una pelea callejera, etc.

 

Los 9 tipos de víctas

Sion en el prer informe de CPP se elaboró un listado con los nueve tipos de carteristas que existen, en esta ocasión se ha hecho con las víctas, de forma que cada uno pueda identificarse con alguno de ellos y saber qué son objetivo de los carteristas. Así, en la carpa de StopCarterismo se ha presentado al turista, vícta excelencia, el anciano, el dormilón, el mirón, el cándido, el negligente, el ensismado, el achispado y al presumido. En cuanto al turista, objetivo prioritario de los carteritsas, el informe dedica especial atención. ‘Llevan dinero en efectivo, varias tarjetas bancarias, pasates que luego se revenden en el mercado negro, cámaras fotográficas, móviles de alta gama, no denuncia, y si lo hace no se presenta en el juicio. Además, desconoce el idioma, está relajado y va en grupo así que entre la estatuta, la mochila, el bolso, la cámara, el móvil, el guía… no hay nadie más distraíble que un turista’, explica el informe de StopCarterismo que advierte, también, que ’14 millones de turistas son un gran atractivo cada año para los carteristas que hay en España’. El informe, distingue entre el turista europeo, que tiende más a mezclarse con los locales en aglomeraciones, como el norteamericano; El asiático, vícta favorita de los carteristas diversos factores; El árabe, con gran poder adquisitivo aunque más difíciles de robar, y el turista español, distinguiendo cuando viaja España y cuando lo hace al extranjero, donde sufre carterismo con más frecuencia.

 

Consejos para reducir el coeficiente de vulnerabilidad:

Además de ejercitar la atención mediante ejercicios de concentración, memorias, etc., el informe de CPP incluye una docena de consejos para evitar ser vícta de un carterista:

 

  1. Estate atento a lo que hay y ocurre a tu alrededor, no te muestres despistado o deambulando. Aparca los problemas y céntrate en el presente.
  2. En situaciones llamativas o inesperadas, atiende a tus pertenencias, no sucumbas al morbo y sigue tu camino.
  3. No mires, observa. Si crees que alguien te sigue, párate para comprobarlo. El carterista huirá.
  4. No lleves la cartera en el bolsillo de atrás del pantalón ni el bolso o mochila mal cerrados o a la espalda.
  5. Al sacar tu cámara, el móvil o la cartera de la mochila o el bolso, vuelve a cerrarlo mientras usas el dispositivo.
  6. En una aglomeración o tapón, vigila especialmente, y en un choque accidental con otro, confirma que lleves todos tus objetos personales.
  7. Si escuchas monedas caer al suelo, no te agaches. Si te avisan de un roto o una mancha, no hagas caso. Si alguien te ofrece ayuda para algo, desconfía.
  8. En un bar, terraza o restaurante, no dejes nada en el respaldo de la silla, sobre la mesa o la mochila en el suelo.
  9. Por la noche, evita que de marcha se te acerque demasiado un desconocido y pon especial cuidado al salir del bar.
  10. De viaje, no le quites ojo a tus pertenencias en ningún momento y, al coger un taxi, que sea uno oficial, con el conductor autorizado y debidamente identificado.
  11. En cajeros, que nadie merodee a tu alrededor y, al teclear tu clave, con discreción.
  12. No hagas ostentación. Cadenas de oro, relojes, joyas o máquinas de fotografía bien guardadas.

 

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