El presidente de honor de Dircom ha colaborado en el blog corativo de Estudio de Comunicación con un post en el que habla sobre la Comunicación y la crisis. Antonio López se pregunta en él si la Comunicación ha jugado algún papel entre las causas que han originado la crisis global que padecemos o si, el contrario, su desarrollo ha contribuido a paliar los daños que una crisis de la envergadura de la actual ha producido en la reputación de las compañías y en su legitación como agentes sociales responsables.
‘La prera cuestión no podemos contestarla argumentando que las causas son bien conocidas y que resultan ajenas a la Comunicación entendida como proceso social. Y no lo podemos hacer que en los orígenes de la crisis se encuentra un estado de áno social que había excluido la preocupación un futuro sostenible, que permitía vivir el presente, no desde la fortaleza de los proyectos, sino desde la capacidad de endeudarse, y que la idea del fin de la historia era una creencia asumida, quizás, de forma inconsciente’, asegura el presidente de honor de Dircom en el blog corativo de Estudio de Comunicación.
‘Nadie pensaba en el cambio de ciclos –continúa Antonio López. Las advertencias que desde distintas tribunas se formulaban no hacían mella en la minoría dirigente ni en la opinión pública. Todos estos elementos eran en gran parte consecuencia de una Comunicación política y empresarial que apostaba una Arcadia feliz, una comunidad alegre y confiada sin autocrítica posible. Faltó un análisis de los riesgos, algo prescindible en una estrategia política, empresarial y reputacional’.
En esta situación se han olvidado dos requisitos prescindibles para una Comunicación eficaz, según Antonio López: explicar el qué y crear proyectos que dieran sentido a los recortes de todo tipo que ponía la política económica. ‘El sistema empresarial no ha ido a la zaga. Se podría decir que, como consecuencia de haber situado durante las épocas de prosperidad el objetivo corativo en la creación de valor para los accionistas, las empresas tuvieron dificultad en dialogar con sus grupos de interés y, fundamentalmente, con la opinión pública, cuando era precisamente la hora de buscar la alianza y el apoyo con todos ellos’, añade.
‘Se ha producido una desconexión entre la sociedad y el sistema empresarial que se ha reflejado en los bajos apoyos al mundo de las grandes empresas. A juzgar estos hechos, sí parece que se ha producido un fallo en la Comunicación política y empresarial, no ha habido análisis de riesgos, ni de tendencias y no se ha conseguido alinear la sociedad y los ciudadanos en los objetivos políticos y empresariales. A ello se suma que no se ha producido la autocrítica o que ha tardado en llegar’, indica el presidente de honor de Dircom.
‘Siempre han existido recelos estructurales a comunicar parte de los empresarios. Sin embargo, no hay que despreciar la existencia de una idea entre directivos y comunicadores de que todo volverá a su lugar natural cuando reton los beneficios empresariales. En esta hipótesis o deseo, la crisis habría sido solo un largo y mal sueño. La opinión pública será más crítica con el sistema y la sociedad no se dividirá entre una mayoría silenciosa y una minoría activa. Intet dará voz a una parte de ciudadanos que antes carecían de medios para expresar sus críticas, el ‘uno como yo’ será un poderoso mecanismo de información y de credibilidad y la sociedad habrá recuperado confianza en su capacidad de movilización y de crítica’, afirma Antonio López.
Por tanto, según el presidente de honor de Dircom, ‘los poderes públicos y las empresas tendrán que cambiar de forma de comunicar, no sólo con la incoración de nuevos instrumentos, como puede ser el Big Data, sino con una nueva actitud más trasparente, más respetuosa con la sociedad y los ciudadanos, más ética y sobre todo más dialogante. Su puesta en práctica de forma urgente y sincera es el gran reto de la Comunicación corativa y política en esta hora de tribulación y desconfianza’, certifica.
Antonio López también cuenta en el blog corativo de Estudio de Comunicación cuáles son los aspectos positivos de la Comunicación desarrollada en la situación actual y ‘que anticipan el cambio necesario en los contenidos y en los valores de las políticas comunicativas. El prero es el reconociento de la situación y una apuesta introducir una preocupación ética en el diálogo social. La reciente encuesta publicada con motivo del últo Foro de Davos muestra la opinión de un tante sector de los consejeros delegados participantes favorables a prar los valores. El segundo rasgo destacable es el manteniento de políticas de responsabilidad social parte de las grandes empresas que, más allá de las cifras, pone en evidencia el papel estratégico que empieza a ocupar dicha responsabilidad social en las decisiones empresariales. Y, en tercer lugar, un análisis de los últos rankings y encuestas muestra que el deterioro de los sectores es mayor que el de las empresas que lo integran. Esto significa la existencia de políticas eficaces parte de algunas empresas, cuyos líderes actúan como tractores de un moviento de recuperación del prestigio dañado en su sector’, concluye.
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