En el marco de la 4ª edición del Cardio Academy Meeting, reunión científica de la Sociedad Española de Cardiología, con el patrocinio de Boehringer Ingelhe, el Dr. Arribas ha incidido en el papel fundamental que tienen en la actualidad los nuevos tratamientos anticoagulantes para la prevención de los ictus. En este contexto, ha planteado la necesidad de ‘pensar más en indicadores de eficiencia en salud y de eficiencia económica sociosanitaria parte de los gestores y responsables de la administración’.
En el caso de Pradaxa®(dabigatran etexilato), el prer anticoagulante oral de nueva generación con más experiencia real disponible, el doctor destaca que ‘ata datos sólidos de seguridad y eficacia a largo plazo que refuerzan los resultados del estudio clínico RELY’. Otro punto de debate han sido las litaciones y ‘las diferentes reinterpretaciones de las recomendaciones actuales existentes de los NACOs, a nivel local” que “pueden suponer que se desvirtúe el uso clínico y se favorezca la inequidad’.
Entre los principales pacientes en los que se recomienda sean tratados con los nuevos anticoagulantes, ‘están los que no consiguen mantener estable su nivel de coagulación, los que tienen riesgo de sangrar o ya han sangrado, y los que, a pesar de la medicación, han sufrido algún evento embólico’, ha indicado. ‘Es en estos grupos de pacientes en los que se consigue el mayor beneficio clínico y tanto en los que el valor de la terapia es más alto’, insiste el Dr. Fernando Arribas, ‘ lo que deberíamos hacer el esfuerzo de identificarlos y ofrecerles los nuevos anticoagulantes’.
Por su parte, el Dr. Antonio Martínez Rubio, moderador de la mesa redonda ‘Prevención del ictus FA. Más allá de la anticoagulación’, ha afirmado que ‘la FA es una de las epidemias más tantes de nuestra era, y se prevé que vaya en aumento durante los próxos años’. Y ha añadido que ‘se anticoagula para prevenir el tromboembolismo arterial y venoso, y en la Fibrilación Auricular no valvular (FANV) el más tante y peligroso es el arterial, que causa el ictus isquémico’.
El buen control del tratamiento del paciente anticoagulado con FANV es determinante para prevenir el riesgo de sufrir un ictus. “Predomina el ictus isquémico, 9 de cada 10 ictus en pacientes con FA son de tipo isquémico, y es el que tiene efectos más devastadores de discapacidad de vida y un elevado índice de mortalidad”, ha añadido.
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