Pablo Martínez Segura, tesorero de la asociación sectorial de prensa más numerosa del país, transmitía en la últa Asamblea General Ordinaria su disposición para facilitar los datos completos de las distintas partidas de gasto de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud a todos los asociados que así lo solicitasen. Sin embargo, varios han sido los miembros de esta asociación que, tras solicitar estos datos, han sido ninguneados durante semanas la cúpula directiva de la misma.
Las cuentas de la ANIS que, en anteriores juntas se hacían llegar a los socios con anterioridad a la celebración de la Asamblea General Ordinaria para que así pudieran analizarse con mayor profundidad entre todos, en esta ocasión fueron leídas de viva voz el Tesorero en un acto al que asistió un 4,66% de los socios. Durante el mismo, Presidente y Tesorero recalcaron la posibilidad ‘con gusto’ de hacer llegar las cuentas de la Asociación.
Lo que no aclararon los responsables de la asociación es que, como socio, se tiene el derecho a examinar esas cuentas, pero ‘en presencia de algún miembro de la Junta Directiva’. Así, una asociación que presume de estar pulsando las delegaciones territoriales para ‘dar notoriedad a ANIS en las distintas Comunidades Autónomas’ y en plena revolución tecnológica, restringe los derechos de sus socios, vivan en la punta de España en la que vivan, y lita la oferta a la disponibilidad de tiempo y horario de directivos y asociados.
No ocultaremos que también plantean la posibilidad de revisar dichos documentos en el entorno horario de alguno de los actos convocados ANIS’. Siempre, en presencia de algún miembro de la Junta Directiva. A nadie se le escapa que esto interfiere en la jornada laboral del socio en una época en la que semejantes propuestas no deberían brotar de una Asociación que, supuestamente, vela el bien de sus miembros y que ha asegurado que se plantea la creación de una bolsa de trabajo.
Además, mantienen firme su posición de no suspender la custodia de las cuentas, pues, según argumentan, pueden ‘llegar a extraviarse y terminar publicadas en algún medio de comunicación’, lo que insulta a la inteligencia de los socios que se han dirigido a ellos con el fin de conseguir estas cuentas. Inciden en esta afrenta al evadir el envío de las cifras recalcando una y otra vez que ‘nadie (ni socios, ni miembros de la junta directiva) podemos dar información privada de ANIS para ser publicada en ningún medio de comunicación’.
Esta actitud hace plantearse: ¿Cómo trabaja ANIS con un asociado que vive a kilómetros de distancia (incluso fuera de la península) y se interesa las cuentas? ¿Reciben el mismo trato todos los asociados? Pero, sobre todo, ¿tienen algo que ocultar los miembros de la Junta Directiva?
Seguiremos informando…