Expertos en el tratamiento de la diabetes de toda España se han unido a la iniciativa de la Declaración Continuum para pulsar la mejora del control glucémico continuo de los pacientes con diabetes tipo 2, contribuir a la elección de pautas terapéuticas que mejoren la adherencia e plicar a todas las partes afectadas –profesionales sanitarios, pacientes, asociaciones, administraciones públicas y sociedad en general– en la consecución de este objetivo.
Declaración Continuum, una iniciativa que cuenta con el apoyo de la Alianza en diabetes de BristolMyers Squibb y AstraZeneca, tiene como objetivo ‘concienciar sobre la tancia de un control glucémico continuo adecuado, uno de los principales retos en el tratamiento de la diabetes tipo 2’, explica el doctor Josep Franch, médico de Atención Praria en el Àrea Bàsica de Salut Raval Sud de Barcelona y especialista en diabetes, que ha coordinado la Declaración Continuum junto al doctor Didac Mauricio, del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Germans Trias i Pujol de Barcelona.
Los expertos participantes en esta iniciativa, tanto endocrinos como médicos de Atención Praria, han llevado a cabo un trabajo previo de identificación de los principales obstáculos para conseguir un buen control glucémico, desde la perspectiva de médicos, pacientes y la sociedad en general. ‘Una vez detectados esos obstáculos, hemos elaborado una serie de propuestas que tienen como objetivo superarlos y avanzar hacia un control glucémico ópto y continuo’, añade el doctor Franch.
Entre los obstáculos identificados los grupos de trabajo de la Declaración Continuum destacan la inercia terapéutica de los profesionales sanitarios, las dificultades de acceso a la innovación, la falta de adherencia de los pacientes al tratamiento y la escasa concienciación de la sociedad respecto al pacto de la diabetes tipo 2.
De hecho, los expertos del comité científico de la Declaración Continuum han constatado que, en los pacientes con diabetes tipo 2, se tarda casi tres años en cambiar de monoterapia a un segundo escalón terapéutico ante la falta de un control glucémico adecuado, cuando lo recomendado es hacerlo a los tres meses. Esto se traduce en un mal control del paciente y un aumento de las complicaciones asociadas a la enfermedad. Los expertos también reconocen que existe cierta resistencia parte de los médicos a utilizar nuevos medicamentos, especialmente en las fases tempranas de la enfermedad. Esto se debe, en parte, a la tendencia a utilizar fármacos con los que el médico tiene experiencia y se siente cómodo.
Por ello, la Declaración Continuum aboga favorecer una mayor proactividad de los profesionales a la hora de identificar pacientes con mal control glucémico, fomentar programas de formación de los médicos que incidan sobre el uso racional de los nuevos medicamentos, splificar el algoritmo terapéutico para la toma de decisiones y llevar a cabo estudios de costeefectividad de los nuevos fármacos.
Otro de los principales obstáculos para un buen control glucémico continuo es la falta de adherencia al tratamiento parte de los pacientes. Esta falta de adherencia puede estar relacionada con pautas de tratamiento complejas, con los efectos adversos de los fármacos utilizados en el tratamiento de la diabetes –hipoglucemias, aumento de peso– y con la falta de educación sobre el pacto de la enfermedad.
Para hacer frente a esta barrera, la Declaración Continuum propone tener en cuenta las preferencias de los pacientes a la hora de determinar su tratamiento, avanzando hacia su individualización, potenciar la educación de los pacientes, splificar los esquemas terapéuticos e plicar más al médico de Atención Praria en su seguiento.
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