Kiss FM no pasa su mejor momento. En el EGM de julio se dejó la friolera de 294.000 seguidores, uno de sus datos más bajos del últo lustro. Con 819.000 oyentes Blas Herrero, su director, busca nuevas fórmulas para resucitar un formato que da síntomas de agotamiento tras una década de relativo éxito. El empresario asturiano busca dar una vuelta a sus programas que tienen mucha menos audiencia que su histórico hilo musical de canciones ochenteras.
Blas Herrero siempre ha presumido de ser el ‘Rey Midas’ de la Radio. Desde del afortunado laudo con Onda Cero que le retó la friolera de 208 millones de euros, Herrero lanzó su propia Radiofórmula, Kiss FM, que con un puñado de canciones bien elegidas y que se emitían en bucle durante 24 horas. Un fórmula de bajo coste que captó casi de inmediato la atención del oyentes.
Pero toda esta euforia ya se ha acabado. La cadena no carbura y pese a tener la mayor producción propia de su historia que tampoco es mucho considerando el resto de emisoras ha perdido un 30% de oyentes en el últo año, unos 294.000 seguidores. A esto hay que sumarle la pérdida de 38.000 oyentes en Hit Radio, su otra aventura que no supera los 180.000 oyentes. Es verdad que Blas Herrero tiene la vida resuelta gracias a Onda Cero, pero no es menos cierto que necesita que sus radios funcionen para financiar otros proyectos.
Es ello que, consciente de que en plena crisis de publicidad una emisora que pierde oyentes está condenada al fracaso, ha decidido dar un golpe de tón a su parrilla. Autodidacta como es, en estos momentos estivales busca fórmulas que le permitan dar con la tecla y resucitar un proyecto que ha comenzado una lenta debacle.
De momento no hay nada decidido, pero estos proyectos pasan renovar la parrilla y sus programas. Incluso no descarta quitar algunos espacios para sustituirlos su bucle interminable de canciones, que tan buenos resultados le dio hace una década. Todo está abierto.
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