Los quiscos digitales –Orbyt y Kioskoymas llevan más de tres años en el mercado sin convertirse en el esperado recambio para la prensa en papel. La posibilidad de rentabilizar éstas plataformas ha llevado a los grandes editores a apostar el ‘paywall’ a partir de septiembre, arriesgando incluso sus millonarias audiencias en Intet. Pero ¿ qué no carburan estos quioscos? Los datos de la propia AEDE reflejan que en 2012 sólo el 14% de sus lectores tenía una ‘tablet’, dispositivo prescindible para el éxito de la herramienta.
En estos momentos, Orbyt tiene más de 80.000 suscriptores y 28.000 descargas de media diaria en ‘El Mundo’. Kioskoymás su parte, no tiene datos públicos. Los quioscos digitales nacían de la mano de Orbyt (Unidad Editorial) hace tres años y medio, secundado Kioskoymas (Vocento y Prisa) un año después. Dos plataformas que ofrecen las ediciones en papel en formato digital con ‘pdf’ enriquecido y que facilita la lectura en dispositivos móviles y ordenadores, pero sobre todo reduce casi a cero el coste de distribución de las cabeceras y acaba con la utilización del papel y la tinta, el 30% de los costes operativos de un periódico.
Es sin duda el futuro de la prensa y quienes hemos tenido la otunidad de utilizarlo concordamos en que es la manera más fácil, práctica y cómoda de leer un periódico, desde cualquier lugar y a cualquier hora del día, sólo a golpe ratón o de una descarga en dispositivo electrónico. Unas plataformas que además mantienen costes absolutamente accesibles para cualquier bolsillo que sea consumidor habitual de prensa en papel, hasta un 70% inferior al precio de un ejemplar en quiosco.
Entonces ¿ qué no han funcionado? Antes de responder es necesario aclarar que los quioscos digitales nacen optizados para ser utilizados en ‘tablets’, el formato más cómodo para leer diarios digitales con pantallas desde las siete a las diez pulgadas de tamaño. En el caso de los ordenadores personales y los tátiles se pierde la ‘movilidad’ de un diario ya que se hace posible llevarlo enca, condición indispensable para el consumo de un periódico. Por otro lado si pensamos en smartphones, se soluciona esta ‘movilidad’, pero nos encontramos con el problema de las densiones de sus pantallas, en torno a las cuatro pulgadas, que hacen casi posible ver una hoja de periódico con comodidad.
¿Y qué ha fallado con las ‘tablets’? La respuesta la tiene la crisis y la propia Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) que a finales del año pasado publicabn un informe del consumo de tablets dentro de los lectores habituales de prensa. Un informe que indicaba que el 14,5% de la población española de más de 14 años tiene ‘tablet’, menos de uno de cada seis personas. A ellos habría que sumarle que durante 2013 un 9,1% tenía previsto comprarla, según este mismo estudio.
Del lado negativo, un 65% de la población encuestada decía no tenerlo sin previsiones de comprarlo, mientras que un 11% decía no conocer estos dispositivos. Las cifras representan una mejora respecto de los datos de 2011 cuando sólo el 4,6% de los encuestados tenía ‘tablet’ mientras que sólo el 6,8% pensaba comprarlo.
Por otro lado, el informe de la Sociedad de la Información en España publicado la Fundación Telefónica en enero de este año refleja que el 14% de los españoles tienen tablets (frente al 7% de media europea) y que el 10% de los usuarios accede a Intet desde fuera de su hogar desde uno de estos dispositivos. Cifras sin embargo, todavía insuficientes para un mercado de prensa que buscaba en los quioscos digitales una salida y una forma de compensar el desplome de los ingresos presos. Ahora sólo queda el ‘paywall’ ¿tendremos noticias en septiembre? La respuesta la tienen ‘El Mundo’ y ‘El País’.
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