prnoticias ha realizado una encuesta entre los comunicadores de ocho agencias de Comunicación para descubrir cuáles son las cinco prácticas que más les ‘molesta’ de los periodistas. El objetivo es corregir esos ‘puntos débiles’ con el fin de establecer mejores relaciones entre agencia y medio.
Tras conocer cuáles son las prácticas que más ‘odian’ los redactores de las agencias de Comunicación, y después del revuelo en redes sociales pidiendo una nueva encuesta con la opinión de los comunicadores de las agencias sobre los periodistas, prnoticias da a conocer cuáles son las cinco prácticas que más les ‘molestan’ sobre ellos. Insistencia, calidad, segmentación, ineficacia y favoritismo fueron los temas más comentados en el anterior artículo. Pero, ¿cuál ha sido el resultado de este nuevo estudio?
Los comunicadores seleccionados para contestar esta pregunta trabajan en las agencias apple tree communications, Best Relations, Coonic, Edelman, Indie PR, Planner Media, Torres y Carrera y túatú social media & pr. Las cinco prácticas más citadas han sido:
1. Menosprecio. Ha sido la respuesta más repetida en la encuesta. Y es que los comunicadores de las agencias hay veces en las que se sienten menospreciados los periodistas, a los que llaman de forma educada para ofrecerles información para acabar recibiendo una mala contestación o, incluso, ‘actitudes que rozan la prepotencia’.
Este menosprecio también se traduce en que hay ocasiones en las que ‘los periodistas quieren que tú como agencia hagas su trabajo. Es decir, entendemos que como agencia debemos facilitarle información para que así su trabajo sea más completo, pero hay algunos que pasan esa línea hasta el punto de querer que hagamos la producción que necesitan para hacer el retaje, sea de tv, radio o prensa escrita’, asegura uno de los encuestados. Otro de ellos comenta al respecto: ‘que te digan ‘Hubiera publicado esa información que hoy publica [nombre del medio] si me la hubieras enviado’, cuando el periodista, previamente, no sólo recibió el correo (y no lo leyó), sino que además ha pedido expresamente que no se le contacte teléfono’.
Pero también los comunicadores de las agencias dan la clave para evitar este tipo de situaciones. ‘Muchas veces deberíamos hacer el ejercicio de ponernos en el lugar del otro (agencias en lugar de periodistas y periodistas en el lugar de agencias) y no siempre lo hacemos’, aconseja un entrevistado.
2. Desconociento. A un buen número de periodistas de medios les irrita mucho –y con razón que cuando se les llaman desde una agencia para comunicarles una otunidad informativa se levante el teléfono sin haberse molestado antes en conocer bien el tipo de información que suele publicar, el enfoque que trabaja el medio en cuestión, lo más reciente que han sacado sobre ese asunto, etc. Pues algo parecido pasa a veces con las agencias. ‘No está de más conocer un poco nuestra dinámica de trabajo. Es un desconociento que nos perjudica que favorece la idea de las agencias ‘vendemotos’, que no casa con la realidad, al menos entre las verdaderamente profesionales. Somos intermediarios y facilitadores de información en nombre de nuestros clientes. Marcar un gol a un periodista es pan para hoy y hambre para mañana. En nuestro caso, actuamos como enlace y facilitadores de fuentes a demanda del periodista, nuestra alta especialización en un sector y la confianza que nos hemos ganado a través de muchos años de trabajo honesto’, comentan en la encuesta.
‘El desconociento de lo que hacemos en una agencia, el olvido interesado en el que caemos en ocasiones, el prejuicio de que las agencias no son empáticas y de que son incapaces de valorar el –a veces escaso interés de lo que tienen entre manos, la falta de confianza en la labor que realizamos… Cualquier de estas quejas es muy matizable, no es lo habitual y debe verse dentro de una relación que en general es cordial’, asevera otro entrevistado.
3. Prisas y más prisas. Las exigencias no son buenas. Pero a veces los periodistas se olvidan de ello y, cuando piden una información a una agencia, ésta tiene que ser siempre para ‘antesdeayer’. ‘Lo que más me molesta es el hecho de que a veces te exijan información sobre tus clientes con mucha prisa ( a horas posibles) y cuando, en cambio, a esos mismos periodistas les propones iniciativa propia temas que pueden serles útiles y con los que cuentas con información de sobra, no quieren hacerte caso’, indica un encuestado. ‘Que a últa hora soliciten una información que podrían haber pedido antes. Todos sabemos cómo es el periodismo y que hay temas que surgen a últa hora, pero éste no es el caso en muchas ocasiones en las que se podrían haber previsto con al menos, algunas horas de antelación’, asevera otro. ‘Y enca que al día siguiente no aparezca nada de ello publicado, o no se publique nunca’, recuerda un comunicador.
Otro ejemplo que dan los comunicadores de las agencias es ‘que el periodista de un medio muchas veces olvida que somos gabinete de prensa todos los días de la semana, y no sólo el día que le viene bien al redactor. Y si el martes somos muy tenidos en cuenta que el redactor nos llama con prisas para recoger con urgencia la opinión de uno de nuestros clientes, el jueves también deberíamos ser tenidos en cuenta si los que llamamos somos nosotros para difundir de forma proactiva una novedad o para ofrecer una entrevista. Dicho de otro modo: la disponibilidad de las dos partes debería ser menos asétrica’, proponen desde las agencias.
4.Falta de confianza. A veces las molestias de las que hablan tanto periodistas como comunicadores de agencias vienen romperse la confianza entre las dos partes: ‘ contactar directamente con el cliente a sabiendas de que hacemos esa labor de intermediario y que ha sido otras veces utilizado o –aunque ocurre pocas veces plantear una demanda informativa cuando realmente la información se busca con un objetivo muy diferente; en estos casos la pieza resultante no responde a lo esperado el cliente, pudiendo generar un problema a la agencia’, responden en la encuesta. Esta relación será fructífera para las dos partes si se hace con honestidad. ‘Y eso es compatible con la astucia para colocar un mensaje parte de la agencia o para ser el prero en recoger una opinión parte del medio. La falta de honestidad quiebra la confianza’, añaden.
5.Promesas rotas. En la encuesta han aparecido varias, tales como ‘que soliciten de la agencia un contenido, ejemplo, un artículo de opinión, pero en ocasiones también una información previamente redactada, y nunca se publique sin dar explicaciones’. ‘Que el número de periodistas que termina asistiendo a tu evento o rueda de prensa sea, sistema, un tercio de los que confirmaron su presencia. Y que no se avise de que no se va a poder asistir’. ‘Una de las cosas que más molesta es el no poder hablar directamente con el periodista que cubre la fuente. Cuando te dicen ‘envíanos la información que ya te contestamos’ suena a que nunca lo harán’. ‘Que digan ‘sí’ cuando quieren decir ‘no’; todos ahorraríamos mucho tiempo si fuéramos más claros’. ‘Que te prometan cosas que sabes que no van a cumplir. Mejor con la verdad delante’.
A pesar de las prácticas que aparecen en estos cinco puntos, en las agencias aclaran que ‘lo normal es que no surjan molestias entre las dos partes. Y eso es así que a ambos lados suele haber un profesional que comparte formación, si bien es más frecuente que en las agencias haya periodistas que han trabajado antes en un medio que lo contrario. Eso, en principio, favorece que en la relación haya más empatía entre los periodistas de agencia. Por eso parece obvio que conocemos mejor cuáles son las necesidades de los que trabajan en un medio de Comunicación’.
‘La relación de los profesionales de medios con las consultoras de Comunicación es buena. Desde luego, mejor que hace unos años, cuando mayoritariamente se interpretaba al profesional de las Relaciones Públicas como una barrera interpuesta entre las empresas y los medios. Además, la adaptación de las herramientas comunicativas ha jugado un papel tante en esta mayor sintonía. La tradicional nota de prensa está dando paso a formas de contacto más directas entre periodista y empresa. Se facilita la labor del profesional de la información (se le da acceso directo a la fuente) y la empresa tiene la otunidad de contextualizar adecuadamente sus mensajes. Se gana diferenciación, tiempo y eficacia’, concluye otro de los entrevistados.
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