Sigo dándole vueltas y más vueltas pero no logro entender cómo después del dineral invertido en la candidatura, y de perder de forma tan estrepitosa, nadie supiera antes lo que iba a pasar. Sólo en hacer lobby –aseguran mis fuentes nos hemos dejado la friolera de dos millones de euros, amén de haber pagado los viajes y dietas del presidente del Gobierno, parte de la familia real, a miembros de la Casa Real, atletas, representantes varios.
Por no hablar de la que se organizó en Madrid: grupos de música, escenario, globos, merchandising y pantallas gigantes. Y todo para que nos pusieran la cara colorada que nos fuos con las manos vacías.
Una vergüenza, sobre todo después de haber pagado repito, sólo en lobby, dos millones de euros. Como es sabido, el trabajo de un lobista es conocer las votaciones del contrincante y tratar de cambiar su voto si la intención no beneficia los intereses del lobby. La pregunta es, ¿hicieron bien su trabajo? La respuesta creo que está bien clara, sobre todo después de ver la fiesta organizada en Madrid y el desplazamiento de personalidades del mundo del dete y la política de prer nivel, dos hechos que se organizaron que se daba hecho que íbamos a ganar la candidatura. Pero no; los lobistas se equivocaron –o no trabajaron como se debe.
La reflexión es, ¿hacía falta gastarse esos dos millones de euros? En mi opinión, no. Muchas agencias especializadas hubieran cobrado mucho menos dinero y estoy seguro de que hubieran sido más eficaces. Si el trabajo de campo previo hubiera estado bien hecho, bien pagados habrían estado esos dos millones de euros, pero no ha sido el caso.
Enrique Pascual, CEO de Indie pr.
