Se esta que más del 70% de las personas que sufren un Ictus isquémico no reciben tratamiento en las horas siguientes al comienzo de los preros síntomas, lo que se traduce en un aumento significativo de pacientes dependientes y discapacitades, con la consecuente disminución de su calidad de vida, además del elevado gasto sociosanitario.
Cuando hablamos de Ictus siempre se dice que #ElTiempoEsVida y es que con el infarto cerebral, TRATAMIENTO TEMPRANO se escribe con mayúsculas. En este sentido, Boehringer Ingelhe ha presentado en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid un programa piloto que se llevará a cabo en 8 centros públicos españoles y que pretende evaluar la posible reducción de los tiempos en el proceso de un ictus, el #ProyectoQUICK.
Si bien es cierto que en España ya está desarrollado un sistema de atención sanitaria al ictus (Código Ictus), todavía hay pacientes que no se benefician de este tipo de atención no saber reconocer los síntomas de un ataque cerebral y retrasarse en solicitar ayuda al 112. El Doctor Jae Masjuan, coordinador del #ProyectoQUICK, explica que ‘a diferencia del infarto de miocardio, en el que el dolor es un síntoma claramente de alarma, en el Ictus este anuncio solo aparece en un 20% de los casos, lo que el paciente puede tener el Ictus durante la noche y no darse cuenta, o no considerar un síntoma, ejemplo, la pérdida de fuerza en un brazo. Esto hace que el paciente llegue tarde al hospital’.
El Doctor Jae Gallego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la sociedad Española de Neurología (GEECV/SEN), hizo hincapié en la necesidad de seguir trabajando en las Unidades de Ictus, y es que sigue habiendo vacíos en algunas provincias. ‘Queda un 40% de lo que sería lo ideal’, asegura.
La diferencia entre que el paciente acuda a tiempo o no a una Unidad de Ictus, el Dr. Masjuan la explica con la Ley del Tercio: ‘Hasta ahora 1/3 de los pacientes de Ictus morían al cabo del año, 1/3 quedaba en silla de ruedas y 1/3 tenía una calidad de vida razonable al cabo de los tres meses o del año. Con los tratamientos que tenemos en las Unidades de Ictus, la Ley del Tercio ha cambiado y solo 1/3 mueren o quedan con dependencia y poco menos de 2/3 de los pacientes al cabo de los tres meses o del año son prácticamente independientes’. En definitiva, las secuelas del paciente con Ictus son menores cuanto antes acudan al hospital y sea evaluado un neurólogo.
Cada uno de los ocho hospitales públicos participantes reclutarà durante un período de dos meses a 25 pacientes que acudan o sean trasladados con Código Ictus activo. En España, el ictus es la segunda causa de muerte, la prera en mujeres, y afecta cada año a más de 130.000 personas, de las cuales 80.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad. Desde el punto de vista económico, el ictus consume entre el tres y el cuatro ciento del gasto sanitario en los países de rentas elevadas.
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