El presidente de la OMC llevaba todo el mes anunciando que ayer sería la fecha en la que se conocerían todos los detalles del relevante pacto entre los foros médico y de enfermería para la Sostenibilidad y Calidad del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, lejos de cumplir con su palabra, Rodríguez Sendín volvía a recurrir a las groseras maneras a las que tiene acostumbrados últamente a los medios de comunicación y rechazaba sin contemplaciones que éstos presenciaran lo que ocurría dentro de la sala.
La política comunicativa que está adoptando el mismíso presidente de la Organización Médica Colegial no tiene precedentes en el sector… Ni sentido. Ayer, mientras la Ministra de Sanidad destacaba la tancia de ‘sumar voluntades’, de la ‘cohesión’, de ‘blindar contra las desigualdades y discrinaciones’, el doctor Rodríguez Sendín marginaba a todo aquel que se le cruzaba a su paso y que llevara en sus manos papel y boli.
¿Sus motivos? Su lugar estaba en la mesa y no con la prensa. Como diría Rajoy: #findelacita. Enca, no contento con esta escandalosa postura, se dedicó a vejar con todo tipo de properios a la prensa sanitaria y, ende, a los representantes de los medios que esperaban tras la puerta cumplir con su deber informativo para con la sociedad.
Parece que para él era más que suficiente haber permitido que la prensa cubriera la inauguración del acto, a cargo de la ministra y que duraba nada más y nada menos que 10 minutos. Sin embargo, y esto no es una divagación, sino una afirmación con mayúsculas, el presidente de la OMC ha subestado el ilitado poder de los medios de comunicación, ese poder que podría ser tan destructivo que podría llegar a explotarle cuando menos se lo espere.
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