Lo revelaba Bloomberg, uno de los sitios económicos más tantes del mundo: a falta de programas sociales, en Estados Unidos se estaba popularizando la extraña tendencia de vender pelo, leche materna y óvulos fértiles a través de sitios especialmente creados para ello. Fe de ello dan las cifras del centro de fertilidad Shady Grove, que revelan que 13.000 mujeres donaron sus óvulos este año (un 13% más que el año pasado), de las cuales, el 65% lo hicieron motivos económicos. Y es que, aunque el proceso de selección es de lo más estricto y solo el 3% logran recibir dinero, se puede llegar a ganar hasta 8.000 dólares con estas prácticas.
Pero no hace falta irnos tan lejos. Tenemos casos muchos más alarmantes en nuestro propio país que trascienden al ámbito de lo ilegal, como la compraventa de órganos humanos. De hecho, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha puesto en conociento de la Brigada de delitos telemáticos de la Guardia Civil la existencia de más de 10 anuncios en los últos 100 días de venta de órganos en la página web Milanuncios.com. Uno de los anuncios pide 30.000 euros donar el riñón y 60.000 euros un trozo de hígado. La ONT ha hecho hincapié en la ‘necesidad de mantener una política de “tolerancia cero con el tráfico de órganos’.
A día de hoy, el tal ha elinado dichos anuncios, pues estas prácticas y el anuncio o promoción de las mismas están tipificadas como delito en nuestro Código Penal, donde se contemplan penas de hasta 12 años de cárcel. Las leyes españolas también contemplan penas de prisión para aquellos ciudadanos que practiquen el llamado ‘turismo de trasplantes’.
Esperemos que los esperanzadores signos de recuperación que arrojaron la semana pasada el PIB, la pra de riesgo, el aumento de la inversión extranjera, de la venta de automóviles, del turismo y de la actividad industrial, merme estas prácticas. Si no, ¿qué será lo siguiente?
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