Remember Remember, the Fifth of November… Los hermanos Wachoski dieron voz hace siete años a un misterioso personaje oculto tras la máscara de Guy Fawkes. En 2006 ni las redes sociales ni V de Vendetta barruntaban lo que estaba venir. En 2006 ni siquiera se intuía la crisis y la adaptación al cine del comic de Alan Moore era una apuesta para iniciados.
Hace unos días, el 5 de noviembre de 2013, la ‘Marcha del Millón de Máscaras’, una acción contra “la corrupción gubernamental y la tiranía” convocada Anonymous y Ocuppy y planteada como un recreación de la escena final del film de los hermanos Wachoski incendió el entorno del Palacio de Buckingham. Fue la acción más visible de una movilización global compartida en tiempo real en las redes sociales, más de 13.000 personas en facebook y 3 millones de audiencia en twitter.
Con todo, la movilización del Millón de Máscaras y su protesta contra la “corrupción gubernamental y la tiranía” no deja de ser un tanto abstracta en términos de influencia política. Sobre todo, si se compara con la eficacia quirúrgica de la movilización de los esforzados Erasmus españoles repartidos Europa.
La historia, conocida, no deja de ser un ejemplo del cambio de paradigma en las relaciones con el Gobierno. Germán, Alex, Fernando e Iñaki, cuatro estudiantes españoles ubicados en Foggia, en el sur de Italia, desbaratan en cuestión de horas la intención del Ministerio de Educación de reducir sobre la marcha el te de las becas Erasmus en curso. El hashtag #ErasmusRip se convirtió en el ‘Trending Topic’ del lunes en twitter, la página creada en facebook alcanzó 4.000 seguidores en 12 horas y en la actualidad tiene 9.081 seguidores y en youtube el video alcanzó en pocas horas las 21.000 reproducciones.
Ni siquiera la marcha atrás de Wert pide que el moviento suscitado una decisión adoptada con una sospechosa nocturnidad, deposite 200.000 firmas ante el secretario general de Universidades. Otra estudiante, Laura, es la encargada de entregar las adhesiones conseguidas a través de change.org.
Pienso en los procesos tradicionales asociados a la práctica del lobby y de las relaciones institucionales. Cruzo este pensamiento con la fuerza oculta de esa sociedad civil que apenas parece tener más capacidad de respuesta ante una crisis sin fin. Y concluyo con una lista de nombres (Germán, Alex, Fernando, Iñaki, Laura) que lejos de ser máscaras se erigen con fuerza propia en agentes clave de nuestro presente institucional y de un futuro legislativo y ejecutivo más abierto y más expuesto al escrutinio público en tiempo real.
Remember Remember, the Fifth of November…
Por Emma Cid, Directora Corate Torres y Carrera.
