Como en la sabana, en el sector salud en particular y en los medios de comunicación en general, pera la ley del más fuerte. Hay de todo: spáticos suricatos, joviales monos, fieros leones y hasta hienas carroñeras. Y todos forman parte del ciclo de la vida: el ciclo sin fin; aquel que protagoniza las enseñanzas del majestuoso Mufasa, y que un representativo grupo de comunicadores y periodistas tuvieron el gusto de disfrutar gracias a la amabilidad de AESEG.
‘Debes respetar a todas las criaturas, desde la pequeña hormiga hasta el veloz antílope’, pues todo está relacionado. Esta frase resume la doctrina que el gran Mufasa intentaba inculcar al inocente Sba. Lo consiguiera o no (pues no se trata de hacer un spoiler a quien no haya visto nunca El Rey León), a quienes sí hizo recapacitar fue a todos los que aceptaron la invitación de AESEG. Durante el descanso, muchos fantasearon con atribuir los roles de los protagonistas del musical a los periodistas del sector salud. Así, los papeles quedaron repartidos:
El rey de la selva: el periodista de feroces garras que se termina convirtiendo en DIRCOM
El heredero a la corona: El becario que alaba todas las disposiciones del DIRCOM
El hermano del rey: el periodista que, desde la sombra, ansía a toda costa convertirse en el nuevo DIRCOM.
La hormiga: aquel periodista que, sin hacer mucho ruido, se labra su futuro honradamente.
El suricato: el profesional para el que todo es optismo y, pese a las adversidades, se rige un lema: ‘Hakuna Matata’.
El jabalí: Es el amigo ‘majo’ (feo, torpe, pero en el que siempre puedes confiar)
El antílope: el avezado periodista que hace de sus publicaciones las mejores exclusivas.
El tucán: Un sabio asesor de las altas esferas, pero que sucumbe al poder de chascarrillos y cotilleos varios.
La jirafa: Aquella estirada periodista de rancio abolengo que siempre tiene que llevar la cabeza enca de los demás.
El elefante: Aquella vieja gloria que, pese a sus años, tienen tras de sí una experiencia envidiable.
El mono: El que siempre se quiere hacer el gracioso y que, aunque se vista de seda…
La hiena: Esos periodistas que van con la sonrisa a todas partes, pero que luego son criaturas torpes, otunistas y carroñeras.
Los buitres: En una palabra: canaperos
Y es que, en el mundo, como en la selva, tiene que haber de todo.
Seguiremos informando…
