La Guía pretende aumentar el conociento, como un paso hacia la reducción las lesiones infantiles relacionadas con productos de uso habitual niños y cuidadores. Prociona información exhaustiva sobre 26 productos que expertos en seguridad infantil de Europa y una investigación basada en pruebas han identificado como de riesgo le lesión para niños, según los siguientes criterios: productos que son utilizados una gran parte de padres y cuidadores, productos que causan lesiones frecuentes o bien lesiones graves, y productos que son considerados ‘seguros’ para niños pero que se usan con mucha frecuencia de modo inadecuado los consumidores.
El objetivo de este proyecto es producir sensibilización y educar a los consumidores y profesionales para reconocer los peligros ocultos que un niño encuentra con productos de su vida diaria y las maneras de prevenir lesiones debidas a estos productos. Según estudios de la Base de Datos de Lesiones de la UE (EU Injury Data Base), cada año ‘en los países de la Unión Europea (UE), aproxadamente 19.000 niños menores de 14 años, sufren lesiones con camas elásticas, literas y se producen hasta 52.000 que están relacionadas con juguetes’ y que son lo suficientemente graves como para acudir a urgencias.
El sistema de alertas rápidas de la Comisión Europea, RAPEX, informa que la segunda categoría más frecuente de notificación de riesgo grave en 2011 fue la de los juguetes y que la sexta fueron los artículos para el cuidado infantil y el equipamiento infantil – todos ellos productos diseñados específicamente para niños.
‘Se podrían salvar más vidas, evitar dolor y sufriento y reducir los costes sanitarios debidos a lesiones, si se siguieran los consejos ofrecidos’, ha afirmado Joanne Vincenten, Directora de la European Child Safety Alliance. ‘La Child Product Safety Guide ofrece información prescindible de seguridad, clara y sple, para padres, cuidadores y profesionales; no solo les ayuda a elegir de forma inteligente opciones seguras, sino también ayuda a aplicar la seguridad en la práctica diaria’.
Un ejemplo es el uso adecuado de los sistemas de retención infantil, que reducen de forma tante la posibilidad de ser despedido del coche. Un niño no retenido tiene un 49% de posibilidades de ser despedido en el caso de una colisión; un niño retenido incorrectamente en un sistema de retención adecuado a su edad tiene un 35% de posibilidades de ser despedido; un niño correctamente retenido en un sistema de retención de tamaño inadecuado tiene un 10% de posibilidades de ser despedido; pero un niño correctamente sujeto en un sistema de retención adecuado tiene solo un 3% de posibilidades de ser despedido.
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