En la Tierra a sábado, noviembre 23, 2024

Más azafrán y menos Prozac

Azafran

La crisis económica está arrasando en pocos años con los cientos de la sociedad de bienestar construidos durante siglos. En el plano emocional, el que buen parte de la población tenga que enfrentarse cotidianamente a problemas no previstos, al desempleo, al desahucio o a los brutales ajustes económicos, ha disparado la cifra de pacientes que se acercan a las consultas médicas problemas de ansiedad, estrés o depresión, mientras que el consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha aumentado en un 48% desde el comienzo de la crisis económica en 2008. Por otra parte, el perfil tipo de consumidor de estos productos y ha dejado de centrarse en la mujer madura para extenderse como la pólvora a ambos sexos y a personas cada vez más jóvenes, lo cual lleva aparejados múltiples y graves problemas. Para empezar, todos estos fármacos tiene serios problemas secundarios y además provocan adicción. Un estudio reciente de la OCU evidencia que el 23% de los consumidores de ansiolíticos y antidepresivos se ajusta al perfil de dependiente y el dato llega al 32% cuando la toma de estos fármacos se prolonga durante un año. Y hasta aquí las malas noticias, que la buena es que una buena parte de estos problemas y dependencias pueden solucionarse con un ingrediente culinario, el azafrán, tan presente en nuestra gastronomía.

 

El azafrán, más allá de su ancestral uso coquinario o tintóreo, desde ancestrales tiempos se ha venido utilizando como planta medicinal sus propiedades como descongestionante, antiespasmódico, expectorante, sedativo y antidepresivo. Recientes investigaciones también le atribuyen propiedades para reducir algunos de los síntomas del síndrome premenstrual, como calambres, irritabilidad y fatiga, al tiempo que se ha avanzado en el estudio de sus propiedades cardiovasculares y anticancerígenas. Sobre este últo punto, investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán y de la Universidad de Castilla La Mancha, han evidenciado que determinados carotenoides presentes en el azafrán, como la crocina, el safranal y la picrocrocina se muestran como inhibidores de células tumorales humanas.

 

En cualquier caso, donde la ciencia ha llegado más lejos es en la evidencia de su potencial antidepresivo, poniendo de manifiesto que sus principios activos son tan eficaces que la fluoxetina, comercialmente Prozac, y la ipramina, comercializada como Elepsin o Trofranil. En el contexto de estos avances hay que situar un producto, ProZafran, elaborado un laboratorio español, Sabinco, a base de un concentrado al 2% de saffran obtenido de los estigmas de Crocus sativus, coloquialmente conocido como azafrán. Un complemento nutricional sin efecto secundario alguno y sin el menor riesgo de adicción, indicado para depresiones leves o moderadas, depresión postparto, estrés y agotamiento mental, cambios leves o moderados de humor, irritabilidad, alteraciones cíclicas del estado de áno, intranquilidad o desasosiego, problemas de sueño, y perdida de ilusión la cosas cotidianas, siendo también muy útil para pacientes poledicados. En definitiva, un producto excepcional que disminuye la depresión, la ansiedad y el estrés, estula las propiedades cognitivas y ayuda a mantener una buena salud mental.

 

ProZafran_Como complemento de este suplemento nutricional, os recomendamos vivamente el uso de hebras de azafrán en todos y cada uno de nuestros platos señeros, arroces en paella a la cabeza, y consiguiente definitivo destierro de colorantes industriales, que de menos nos hizo Dios y la E con guión comunitaria.

 

Miguel Ángel Almodóvar, sociólogo, investigador, periodista, divulgador especializado en nutrición y gastronomía. Consulta sus publicaciones en La Fórmula Almodóvar y sus consejos en el programa de OndaCRO.

 

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