Las cosas cambian. Los ideales también. Pero el negocio sigue siendo el mismo. ‘El País’, el diario progresista de referencia, también ha cambiado. Los seguidores habituales del buque insignia de Prisa seguramente habrán notado que las informaciones de su periódico ya no son las mismas, en especial en temas políticos. Hay una evidente cercanía al Partido Popular en temas globales, no quizás en los menos tantes, pero la realidad es clara: Cebrián y su equipo han llegado a un pacto de no agresión en contraposición a la guerra abierta que Moncloa mantiene con ‘El Mundo’. Los problemas económicos que aquejan al diario de Prisa, el principal responsable para este pacto.
Los hechos nos pueden dar algunas pistas. Empecemos el final. Hace dos días el Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro acusaba a la prensa de no pagar todos sus puestos y de ir a su despacho a pedirle ayuda económica. ‘El Mundo’ negó tajantemente estas acusaciones y mostró un certificado de la Agencia Tributaria que le avalaba. Fue el único diario que lo hizo, además de ser el único que atacó directamente al Ministro estas declaraciones. ‘ABC‘, ‘La Razón‘ y… ‘El País’, no hicieron nada. De los dos preros es entendible considerando que están alineados con Moncloa desde la llegada de Rajoy. De ‘El País’ no es tan normal.
Y es que en las últas semanas el diario de Prisa ha rebajado el nivel de los ataques y se ha alineado con el Ejecutivo en temas como la deriva soberanista, las reformas del gobierno, la aparente recuperación económica y, sorprendentemente, la anteriormente criticada reforma de la educación. La Junta de Prisa de comienzos de semana lo dejaba claro. El Presidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, y el Consejero Delegado, Fernando Abril Martorell, confiaban su plan de refinanciación a una recuperación económica, en la que meses atrás no creían. Incluso se atrevían a apuntar a la cuestionada reforma educativa como uno de los pilares del creciento futuro de Santillana.
Estamos hablando de un pacto formal, quizás fraguado en algunas de esas visitas de editores al Ministerio de Hacienda, de las que habla alegremente Montoro. Cebrián no agredirá abiertamente a Rajoy ni a sus políticas y a cambio el Ejecutivo les tenderá la mano en temas sensibles. Un pacto inédito que es pulsado la crítica situación de la empresa editora de ‘El País’, y necesario para situar al diario como referente ‘institucional’, una posición en la que se sienten sumamente cómodos en los últos años. Resta saber cuánto puede durar un pacto entre un gobierno de derechas y un diario en teoría de izquierdas.
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