Uría y Menéndez, el bufete de abogados que ha contratado Unidad Editorial para llevar a los Tribunales a Pedro j. Ramírez, da perdido el juicio contra el periodista riojano. Los letrados –que interpusieron dos demandas, una 100.000 euros y otra 400.000 euros ‘vulnerar el pacto’ suscrito entre las partes en enero de este año creen que no hay ninguna base jurídica para defender un acuerdo que ha sido vulnerado su propio cliente. Y en Unidad Editorial también lo saben, ello han pedido a su equipo de abogados que utilicen todos sus recursos para dilatar el proceso hasta más allá de diciembre de 2016.
Lo decía Pedro J. Ramírez en el extracto de la entrevista exclusiva que concedió este pasado vies a prnoticias: ‘Los únicos que han vulnerado el pacto han sido ellos, si en el contrato habían ocho cláusulas y ellos han vulnerado siete, no pueden pretender que yo respete la única que me comprometía’. Y que jurídicamente no se sostiene la acusación de Unidad Editorial que le pide 500.000 euros al profesional en dos demandas vulnerar el pacto hablando de las condiciones y –según dicen tergiversando públicamente los motivos del despido.
Y en Uría y Menéndez lo saben. Es posible ganar una demanda en que ha sido su propio cliente –Unidad Editorial el que ha roto el pacto y ha incumplido los acuerdos, prohibiéndo a Pedro J. Ramírez escribir en ‘El Mundo’, dejándole de pagar lo que resta de la indemnización y requiriéndole que no publique en ningún medio ni que funde ningún otro periódico hasta enero de 2015. Esta misma semana será el propio Pedro J Ramírez el que presente una demanda prohibirle escribir, una consecuencia lógica del proceso.
¿Entonces qué el prestigioso bufete Uría y Menéndez acepta embarcarse en una disputa sabiéndose perdedores? Muy fácil, que ha sido la propia Unidad Editorial la que ha pedido que interpongan los recursos conscientes de que no van a ganar. De hecho, en estos momentos el único objetivo de Uría y Menéndez y de Unidad Editorial es dilatar el proceso lo máxo posible, presentando los recursos que sean necesarios ante todas las instancias existentes.
Con ello lograrán su objetivo: pedir que Pedro J. Ramírez escriba hasta enero de 2016, cuando finaliza el pacto, independientemente de que tengan razón o no en los tribunales y de paso cumplen con su promesa a Moncloa de pedir que Pedro J. lance su nuevo diario antes de las elecciones.
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