El Grupo Zeta sigue inmerso en un duro proceso de negociación con sus sindicatos para recortar otro 33% los salarios. Ello, según justifica la empresa, los pagos que debe realizar a Hacienda, deudas contraídas entre el año 91 y 95 que se deberán pagar hasta 2015, en total 24 millones de euros que no dejan en buen pie a la empresa, a pesar de que sus diferentes cabeceras comienzan a tener tímidos beneficios operativas. En el plano laboral, esta semana se ha producido una tregua y la empresa ha desistido invocar el artículo 41. Ahora se abre un nuevo proceso de negociaciones en que las partes comienzan casi desde cero.
El Grupo Zeta ha remitido recientemente sus cuentas al Registro Mercantil y en ellas se refleja que tiene comprometidos vencientos con el Fisco hasta el año 2015. Deudas generadas paradójicamente en los años de bonaza y expansión del Grupo –entre el 91 y el 95 donde el dinero no era problema para la empresa de Antonio Asensio. Precisamente los sindicatos no entienden que ahora, a pesar de que los números parecen salir al Grupo, se quiera recortar un 33% los salarios.
La explicación es sple. El Grupo tiene deudas con la Hacienda Pública te de 9,1 millones de euros en 2013, 9,9 millones en 2014 y 5,7 millones en 2015. En total, casi 25 millones de euros generados hace casi 20 años y que Hacienda exige luego de años de litigios y de apelaciones de la compañía presidida ahora el hijo de Antonio Asensio, Antonio Asensio Mosbah.
Con estos números y considerando los problemas de recaudación publicitaria y de caída generalizada en los ingresos, la empresa puede caer en puntuales situaciones de pagos, lo que justifica, según la empresa, los recortes. Estos riesgos de liquidez han aumentado el periodo de cobro de sus proveedores, lo que el Grupo justifica esta pendiente de cobros equivalentes a 49 millones de euros.
REBAJAS SALARIALES
En el caso de los recortes, el Grupo ha desistido oficialmente esta semana de invocar el artículo 41 de la Ley Laboral y ahora se abre un periodo hasta el 31 de enero para que se nombre un mediador que decida los recortes de la empresa. Para los sindicatos se produce una tregua momentánea, pero reconocen que las negociaciones vuelven casi al punto de partida y que cambia el formato de las conversaciones. La empresa seguirá exigiendo el recorte del 33% salarial, y la plantilla pedirá que estos recortes de distribuyan de manera equitativa entre todos los estamentos de la empresa.
Seguiremos Informando…