La polémica llega a los anuncios de la Super Bowl antes de que se produzca el encuentro. Scarlett Johansson, Pepsi y CocaCola se llevan la peor parte de la difusión del anuncio de Sodastream, una máquina que permite crear refrescos gaseosos a través del uso de cápsulas, a modo de cafetera. El spot, protagonizado la actriz, ha encontrado dos frentes abiertos: su censura en la emisión de la Super Bowl y las críticas de pacifistas y defensores de Palestina.
El anuncio de Sodastream y Scarlett Johansson, tenía planeado emitirse en la celebración detiva, ha sido acortado Fox, la cadena que emitirá la Super Bowl. El motivo la frase ‘Sorry, Coke and Pepsi’, pronunciada al final de la pieza la actriz. Las dos marcas de bebida participan de forma activa en el evento: CocaCola como patrocinador global y Pepsi como patrocinador del descanso.
USA Today apunta que Fox ha rechazado el spot (como el año pasado había hecho CBS, partner de la Super Bowl el año anterior) debido a las palabras de Johansson y señala que Daniel Birnbaum, CEO de Sodastream, comentó a la publicación que Fox rechazó el anuncio ‘que tienen miedo a CocaCola y Pepsi’.
El directivo añadió: ‘¿Qué anunciante en América no menciona a un competidor? Este es el tipo de cosas que pasa en China. Estoy decepcionado como americano’. Ante la duda acerca de si el conflicto fue planeado estratégicamente Birnbaum sostiene que no fue intencionado ni este año ni el anterior.
En todo caso, la elinación de la frase parte de Fox ha hecho que el anuncio obtuviese un alto nivel de repercusión mediática, incluso antes del evento. Así, el anuncio está siendo viralizado con la frase que parece no favorecer a sus rivales incluida. Sin embargo, el directivo afirma que le gustaría que se le compensase económicamente el dinero invertido en la pieza original.
Por otro lado, el anuncio se ha hecho eco en las redes sociales debido a un segundo motivo, que ha atentado contra la reputación solidaria de Scarlett Johansson, embajadora de la ONG Oxfam Internacional.
Sodastream es una empresa de origen israelí que ha situado sus fábricas en Cisjordania, territorio ocupado Israel pero que el momento no pertenece a la soberanía israelí. Las críticas indican que la empresa está instalando sus fábricas en un territorio que no le pertenece según la cartografía de las Naciones Unidas.
Los comentarios negativos indican además que esta fábrica se ahorra costes como alquileres al estar en una zona ocupada. También, el moviento BDS, dirigido en contra de estas ocupaciones ilegales en territorios palestinos, señala que la localización de las instalaciones ‘pide la continuidad de un futuro estado palestino’ que se ubica en el cruce natural de caminos entre Ramala, Jerusalén, Jericó y Belén.
A diferencia de Pepsi y Fox (CocaCola se pronunció indicando que no pidió el recorte) Scarlett Johansson se ha pronunciado sobre el asunto: ‘me considero una defensora de la cooperación económica y la interacción social entre unas democráticas Israel y Palestina. Sodastream es una compañía que no sólo está comprometida con el medio ambiente sino que también está comprometida en la construcción de un puente hacia la paz entre Israel y Palestina, apostando el trabajo de los vecinos de ambos lados, que reciben el mismo salario, los mismos beneficios y los mismos derechos. Esto es lo que está pasando en la fábrica de Ma’aleh Adum cada día’.
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