En la Tierra a lunes, 6 mayo, 2024

Hacer de Cupido incrementa la felicidad

cupido

Con motivo del día de los enamorados, Fuqua School of Business de la Universidad de Duke (EE.UU), ha llevado a cabo un estudio – dirigido el profesor Lalin Anik – mediante el cual ha analizado de qué manera afecta a nuestro estado de áno el hecho de promover relaciones entre terceros. Los resultados del estudio ‘La formación de parejas promueve la felicidad’ evidencian que hacer de ‘casamentero’, o matchmaker, aumenta la felicidad de quien lleva a cabo esta acción.

Según revela este estudio, son muchos los datos que demuestran que a la gente le entretiene conocer a otras personas, además de que este hecho esté asociado con la sensación de bienestar. Los seres humanos pasan el 80% de su tiempo en compañía de otras personas, de modo que entre su necesidad de estar solo y su sentido de pertenencia, prefieren este últo. Este documento también refleja que el hecho de tener distintos tipos de relaciones sociales – ya sean de amistad o sententales – incrementa la longevidad de las personas, ya que mejora su estado de salud. Y es que, el hecho de tener unas sólidas relaciones familiares y amistosas está directamente relacionado con la buena salud mental.

 

El estudio del profesor Anik va un paso más allá y analiza cómo el hecho de promover relaciones – no solo sententales – entre otros, promueve la felicidad entre las personas. Hasta el momento solo se había estudiado cómo las relaciones personales afectan a nuestra personalidad, pero el informe ‘La formación de parejas promueve la felicidad’ descubre cómo este hecho supone una grata recompensa para quien lo efectúa. Presentar a personas desconocidas permite al casamentero darse cuenta de que posee ciertas características, como perspicacia social o inteligencia. Además, tener dotes para emparejar a otras personas otorga un cierto estatus en la sociedad, ya que demuestra que se trata de una persona servicial – lo que hará que aumentará la probabilidad de que el resto de personas sean generosas con el casamentero –, y con gran motivación altruista, al que le hace feliz el bienestar de los demás.

 

Para poder extraer estas conclusiones se han analizado cuatro áreas diferentes:

 

  • El bienestar de las personas que habitualmente emparejan, del cual ha resultado que las personas con tendencia a emparejar a otras, son más felices y se sienten mejor consigo mismas.

 

  • El beneficio que ata establecer relaciones entre otros – midiendo la felicidad antes y después realizar un emparejamiento –, en este punto se ha concluido que establecer conexiones entre otros resulta gratificante, siempre y cuando se haga con el único fin de establecer relaciones.

 

  • Cómo los incentivos extra afectan negativamente a los casamenteros, del cual se deduce que, como el hecho de hacer de casamentero tiene unos beneficios intrínsecos, todo incentivo a parte – véase el caso de cobrar realizar este tipo de emparejamientos – no solo no aumenta el beneficio sino que lo disminuye, haciendo que el matchmaker pierda la ilusión emparejar personas.

 

  • Qué tipo de emparejamientos producen mayor beneficio. Lalin Anik concluye su estudio distinguiendo entre dos tipos de emparejamientos: entre personas de un mismo círculo y entre personas de círculos diferentes. El principal beneficio de emparejar personas radica en la creación de nuevas redes de contacto, de modo que, según se deduce de este apartado, emparejar personas de círculos totalmente diferentes es más satisfactorio para el celestino, ya que de esta forma une dos lazos, no los estrecha – como en el caso de personas que ya se conocen pero que no tienen una relación sentental – lo que supone un mayor orgullo.

 

Tras analizar todas estas variables, el profesor Lalin Anik concluye que, ‘hemos descubierto un nuevo medio mediante el cual la gente puede aumentar su grado de felicidad’. Es cierto que existen muchos métodos para alcanzar este estado, como gastar dinero en otras personas o llevar a cabo acciones caritativas, pero la diferencia entre estos y hacer de casamentero radica en que ‘establecer relaciones entre los demás es algo que no cuesta ningún trabajo’. Si bien, hacer ejercicio o dedicarte a la religión – algo que incrementa la sensación de bienestar – pueden requerir un tiempo y un esfuerzo determinados, pero la tarea de matchmaker no.

 

Esta actividad no solo es buena para quien la lleva a cabo, sino que sus beneficios se extienden toda la sociedad. Los recién emparejados aumentan su confianza en sí mismos, de modo que esta nueva relación no solo les ana en el aspecto sentental, sino que además les da el empujón necesario para triunfar en otras aéreas, ya sea en el ámbito profesional o en el personal. Además, establecer contactos entre otros aumenta la densidad de las relaciones sociales – más gente conoce a más gente en común – y este tipo de capital social está asociado con una serie de resultados positivos a nivel de grupo, como el decreciento de las tasas de homicidios o la mejora de la salud pública.

 

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