La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) últamenteha creado cierto desconcierto entre sus asociados. Un mes está activa y los tres siguientes parece que ni existe. Ayer mismo mandaba, en menos de una hora, tres notas de prensa. Algo que, inusual, no acaba de entenderse. Quizá fuera anados unas redes sociales en las que no hacen más que recibir críticas de conocidos periodistas ante su inmovilidad.
Muchos son los trabajadores de Intereconomía que aseguran haberse acercado a la APM en busca de apoyo o ayuda en estos meses, incluso años, de desamparo sin cobrar y con una situación delicada, para no obtener una respuesta contundente o, explican, splemente un posicionamiento suficientemente firme salvo un comunicado del 8 de noviembre de 2013 que llegaba tarde y mal para después, pese a persistir la situación, dar la callada respuesta.
Los asociados empiezan a marcharse y, lo que ha podido saber prnoticias, más de uno se está dando de baja o piensa en hacerlo. En enero saltaba la noticia de una serie de cambios en el Servicio Médico de la APM que dejaba a algunos enfermos en una situación todavía pendiente de ser valorada. Ahora los miembros de la APM, lo que explican a prnoticias, no se sienten representados ni identificados con el rumbo que está tomando la Asociación de Periodistas de Madrid.
Ayer la APM, entre las 19.30 y las 20.30 horas, hacía llegar a los medios de comunicación, un día después de su celebración, un comunicado de prensa sobre el coloquio del día anterior, exactamente a las 12.00 horas de la mañana, bajo el título ‘Madrid necesita una radio televisión plural, independiente, con vocación de servicio público y bien gestionada’.
Minutos antes llegaba otra nota de prensa recordando ‘que la libertad de expresión es un derecho constitucional’, en referencia a una noticia del día anterior. No obstante en su web sí era publicada el día 18 pero a los medios llegaba ayer a las 19.18 horas.
Pero como no hay dos sin tres, el duende trabajador de la APM, que ayer parece que estaba con una actividad frenética, mandó a los medios una tercera misiva, anunciando que ‘exigirá una rueda de prensa diaria en las caravanas electorales’. Eso sí, está nacía de un acto celebrado en la APM, a las 10.00 de la mañana, pero llegaba a las redacciones a las 20.22 horas de la tardenoche.
Una asociación, como lo es la APM, que representa a un gran número de periodistas de la capital, debería estar a la altura de las circunstancias y en ella tendrían que verse representados todos y cada uno de sus miembros. La profesión atraviesa uno de sus peores momentos históricos siendo uno de los colectivos más azotados la crisis y de la APM se esperan comunicados constantes, apoyo incondicional y una denuncia continua de todo lo que les afecta y no tres notas de prensa en una hora para luego callar meses.
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