Cuando ocurre una catástrofe, el Estado es el que tiene la obligación de salvaguardar las vidas de la población. En esta tarea, las Redes Sociales y la forma de gestionarlas adquieren una tancia capital. Juan Jorge González Armengol, presidente de SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias), da algunas claves para llevar a cabo una comunicación rápida, puntual, objetiva, contrastada y creíble en este tipo de situaciones.
Las redes sociales han propiciado un cambio de concepción en la ayuda de las catástrofes: tanto para localizar personas sepultadas como para buscar apoyo y ofrecer auxilio. Lo aseguraba Juan Jorge González Armengol durante el IX Curso de Comunicación y Salud que organiza la Cátedra de Comunicación y Salud UCM. Además, estas Comunicaciones Intet cuentan con la ventaja de que ‘resisten mejor un gran caudal de información y datos, pues no se colapsan’.
Sin embargo, el experto en Urgencias y Emergencias señala que uno de los riesgos de las redes sociales es que los rumores se pueden multiplicar, lo que apunta como algo fundamental el hecho de que la Administración canalice y lidere la toda información que genere el aconteciento, tanto online como offline.
Juan Jorge González Armengol rechaza que se considere al periodista como ‘un bicho al que hay que mantener lejos de emergencias y catástrofes’. Muy al contrario, asegura que ‘los periodistas se convierten en agentes de protección civil’ y que ‘una población bien informada es un valioso agente de protección civil, un gran colaborador’, lo que denuncia que ‘cualquier acción destinada a ocultar información podría tener unos resultados desastrosos en la intervención, cuyas consecuencias serían predecibles’.
Con respecto a la responsabilidad social del periodistas, indica que la gestión de riesgos requiere una información veraz, ágil, profesional y carente de alarmismos. El presidente de SEMES recuerda que ‘el deber del periodista en la búsqueda de la verdad no debe dejarse condicionar la fuente. No ser cómplice de la perversidad ni difundir rumores’. En referencia a esto últo, subraya que Intet puede magnificar, crear o deformar el rumor, lo que genera ‘inseguridad, división, pérdida de apoyo a las víctas y conflictos en el grupo, además de conductas de pánico o de huida’.
La soluciones que propone Juan Jorge González para evitar el rumor son:
1. Contar con un tavoz que posea destrezas comunicativas y oratorias y conociento profundo de la protección civil para que llene el vacío que genera el rumor.
2. Dar una información rápida, puntual, objetiva, contrastada y creíble.
3. Que el servicio de información de emergencias tenga preparada su estrategia comunicativa antes de que las demandas mediáticas se produzcan, y mantener un hilo informativo constante y renovado con la prensa.
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