La Cadena SER apura un ERE que podría afectar a 300 personas además de rebajas salariales del 20%. Un duro ajuste que se decidió en las oficinas de Gran Vía 32 después de los pésos datos de ingresos publicitarios de enero y febrero. En la cadena hablan de cifras ‘penosas’ muy debajo de las previsiones y que han significado un desplome sobre datos que ya en 2012 representaron caídas cercanas al 30%. Los datos forzaron a la dirección a realizar ajustes de manera inminente para asegurarse la viabilidad de la empresa en lo que queda del año.
El ERE de la SER es posible que se han juntado dos factores: un lado el desplome de los ingresos que hace inviable la cadena como se concibe en estos momentos, y otro la refinanciación de la deuda de Prisa a finales del año pasado, que ha permitido que la compañía tenga liquidez, algo que no pasó en 2012. Durante un año se ha venido especulando con un ERE en la SER pero ha sido sólo hasta esta últa semana cuando se ha concretado.
En efecto, el ERE comenzó a gestarse hace un año después de un prer cuatrestre en que los ingresos publicidad cayeron en torno a un 30%. En ese momento el Expediente estuvo sobre la mesa de Juan Luis Cebrián, pero el Presidente Ejecutivo de la compañía dio marcha atrás al ver que no tenía la liquidez suficiente para emprender un ERE de estas características, posibilitado para asumir las indemnizaciones necesarias.
Posteriormente y a partir del verano y hasta diciembre de 2013 los ingresos aumentaron considerablemente con meses que sucesivamente mejoraron los resultados interanuales y que superaron las previsiones de los presupuestos. Este buen desempeño logró que la caída publicitaria se mitigara hasta el 11% de descenso anual, elinó el ERE de la mente de los directivos y generó grandes expectativas para el comienzo de este año 2014.
No obstante, las catastróficas cifras de enero y febrero, mucho peores que las de hace un año, terminaron dilapidar cualquier esperanza y desempolvaron definitivamente el proyecto de ERE que finalmente se presentó a comienzos de marzo a los sindicatos. La diferencia con el contexto de hace un año es splemente que ahora hay dinero para emprender los recortes, fruto de la refinanciación que Prisa consiguió a finales del año pasado con fondos de capital de riesgo. Y no hay marcha atrás.
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