Cristina Quesada, redactora de La Sombra Producciones, habla esta semana en la sección de Educación Audiovisual de #OndaClub sobre Storytelling o ‘el arte de contar historias’.
‘Cuéntame un hecho y lo aprenderé. Cuéntame la verdad y la creeré. Pero cuéntame una historia y vivirá siempre en mi corazón’. Este proverbio hindú nos introduce en el storytelling. Seguro que muchos habéis oído hablar de este término sin saber muy bien de qué se trata y pensaréis que nos estamos volviendo un poco locos con tantas palabras extrañas. No os alarméis, el storytelling pese a parecer algo muy moderno e innovador, no es más que el llamado ‘arte de contar historias’.
Y es que esto de contar historias ha existido siempre como forma de transmitir conociento, ejemplo las pinturas rupestres o los cantos de juglares. Si esto lo aplicamos al g, tendremos una palabra tan cool como storytelling.
¿Queréis conocer un ejemplo real? Ese gran discurso pronunciado el 28 de agosto de 1963 en las escalinatas del monumento a Lincoln. Dicen los expertos que en el ‘I have a dream’ de Martin Luther King ya hay huellas de storytelling.
Todos tenemos una historia pero una buena historia puede marcar la diferencia entre un producto sin más o un producto estulante, entre una compañía cualquiera o una compañía con personalidad y carisma. Una forma más que efectiva de construir una conexión emocional con nuestro público objetivo, de romper con la frialdad que plica hablar de negocios.
¿Quién no se acuerda de la historia de Pancho y el anuncio de la Pritiva? ¿O de Yahel, el niño surfero canario y el anuncio de Colacao? ¿O Curro en el Caribe? ¿O el últo anuncio de Campofrío?
¿Cuáles pueden ser las ventajas?
Generaremos confianza y empatía.
Una historia siempre es más fácil de recordar y más fácil de transmitir a los demás.
Ataremos un contexto a nuestro producto o servicio.
Crearemos una mayor conexión con nuestro espectador. No olvidéis que todos tenemos un lado emocional.
En el fondo nos encantan las historias, no podemos evitarlo.
¿Qué tipo de historias podemos contar?
Nuestro target probablemente ya conozca qué hacemos, así que podemos mostrarle el cómo lo hacemos.
Qué nos motiva, cuál es nuestro sueño como empresa y nuestra razón de ser.
Cómo nace esta empresa, de dónde surge la idea y qué se quería lograr con ella.
Qué obstáculos hemos superado y cómo logramos hacerlo.
En definitiva, cualquier historia sobre nuestra compañía que pueda ser relevante para nuestra audiencia.
Y si ya juntamos todo esto con el formato de vídeo y el sote digital, el resultado puede ser muy potente. ¿Cuáles son las claves para un efectivo vídeo utilizando el storytelling?
Queremos un vídeo corto pero intento. Nunca sobrepasaremos los 3 minutos de duración.
Las secuencias deben ser cortas y directas, fáciles de asilar.
La música es prescindible. Recordemos que aquí lo prioritario es toca la fibra del espectador e ir directos a su corazón… ¿Qué mejor forma de conseguirlo que con una buena música? Ojo, no nos tomemos este punto como algo secundario.
No estaría de más hacer uso de las voces de los protagonistas, que nos cuenten ellos mismos su historia o la de uno de sus seres queridos.
Utilizar gestos humanos como besos y abrazos siempre es un valor seguro.
Lo ideal es que no hablemos directamente de nuestra compañía. Hablar de los demás siempre hace más grande lo que vamos a contar.
Contar una historia en la que parezca que todo es posible al principio, con el fin de demostrar al final que no lo es. Funciona siempre.
No debemos abusar de efectos visuales ni utilizar demasiada posproducción, ya que puede sacar de la historia al espectador, cuanto más real más emotivo.
El ser humano tiene la capacidad innata de recordar un relato, así que aprovechémoslo como una estrategia más de g. Y nunca subestéis el poder de una buena historia.
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