Para mí, y disculpen mis cortas miras, ha sido casi un descubriento, acostumbrado siempre a este discurso de venganza de los países del euro. Si nos hemos metido en un callejón sin salida, lo hemos hecho todos. También tienen culpa los que echaban dinero a espuertas a economías acostumbradas a financiarse a tipos estratosféricos. El cantante Bono ha dado la nota positiva.
La pasada semana el cantante Bono del grupo U2 hablaba de solidaridad en Europa. Concretaba sus argumentos en que si España está mal, hay que decir a los europeos que no busquen otros destinos turísticos, sino que vengan a aquí a gastar su dinero y a reducir así el tremendo paro juvenil. Ya en plan más folclórico se ofrecía a grabar un disco de flamenco.
Estas palabras de solidaridad y apoyo muy concretas sonaron realmente novedosas. Después de decenas de Ecofin, de reuniones del Eurogrupo, de pésos datos para las economía griega, tuguesa o española, que venga alguien a decir que a esas personas hay que apoyarlas, hay que ponerse en su piel y ayudarlas no solo desde la burocracia, sino sobre todo desde la ciudadanía, es un verdadero gusto.
Intelectuales, políticos, empresarios… todos asumen el discurso del castigo. Grecia mintió con sus cifras y debe ser castigada. España o Portugal, supuestamente, han vivido enca de sus posibilidades y han de cumplir su pena. La caída del nivel de vida y de PIB en estos países está siendo brutal y no se había escuchado ninguna voz que no fuera punitiva. Te doy algo a cambio de algo… solo te ayudaré mediante un duríso plan de ajuste… solo a cambio de que lo pases mal que lo mereces. Llega un cantante y nos dice que hay que irse de vacaciones, que hay que apoyar a esos países.
Por supuesto que debe haber exigencias. Pero exigencias suenan mucho mejor mezcladas con solidaridad, con apoyo, con calor humano. El otro día, el cantante irlandés Bono hizo más Europa que todas las campañas que cuesten millones de euros. Llevaba tiempo sin sentir a Europa como algo cercano y el cantante Bono se metió en el salón de mi casa y nos bebos un tinto y reímos como amigos.
Pero estas solidaridades del norte de Europa también se echan en falta en nuestras tierras. Creo recordar que esta misma semana Cataluña reconocía que Madrid era más solidaria en el conjunto de sus ataciones a España. Entonces, ví más claro que eso de esperar a las balanzas fiscales es una auténtica tontería. Aquí no hace falta siquiera hacer un numerito más arriba o abajo.
Vivos en un país en el que todos debemos ayudarnos y no ta –como en una familia quién traiga más o menos cada mes. Sin solidaridad entre nosotros todos los números sobran que habrá siempre quienes digan que se sienten robados. Yo, como madrileño, me siento muy orgulloso de que tengamos –si es asi la balanza más deficitaria a nuestro lado.
Gracias Bono decir lo evidente que nadie había dicho hasta ahora. Gracias hacerme sentirme bien con Europa después de años de reproches.
Luis Aparicio Pérez
Director de Contenidos de INVERTIA
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