Ayer, viendo televisión apareció la agen de un viejo conocido Antonio Trevín de todos los Llanes.
El diputado socialista asturiano fue alcalde de Llanes y su concejo (que son unos cuantos pueblos, pueblínes y poblachos abandonados).
Por aquellos días, principios de los 90, Llanes era un pueblecito costero, muy bonito y cuidado. Tenía mucha personalidad, buenas tiendas y famosas bollerías… alguna inmobiliaria de la zona, muchos bares, ambiente… Era la Llanes de la que todos nos enamoramos. Se podía andar, vivir y disfrutar. Las playas: maravillosas, enormes, hasta que El País publicó un retaje de Gulpilluri, y se llenó de domingueros con los pelos mordidos y sus pintadas.
¡Ay! LA POLÍTICA, MALDITA POLÍTICA…
A través de un paisano compré dos derribos de dos casas en un barrio llamado de la Cuerre en el pueblo de RíoCaliente (pedanía perteneciente a Llanes), al lado del núcleo de los hórreos. Las ‘casas’, que más bien los derribos, eran de un paisano que los había heredado y comprado a sus hermanos… vaya, un lío. Pero el paraje, las vacas, los prados, el aire… Al llegar a las casas todo era ‘normal’: cuchu, olor a chenea humeando, viejas de negro con prisas llegar a Misa, paisanos en camisa mientras nevaba y nevaba… Empezamos a oler un hedor que no era el de la zona. ¡Olía a anales salvajes!, justo detrás de una de las casas y sin respetar la guarida (1 metro de vuelo sobre el tejado) encontré unas tillas en las que decía: ¡CUIDADO PERRO, MUERDE! Voceé a ver si alguien se acercaba y vi como desde atrás un hombre de 60 años me apuntaba con una escopeta y me decía: ‘¿Qué quieres dos tiros?’ a lo que contesté: No, quiero entrar en mi casa. Anda vete de aquí que te voy a matar…
El salvaje que se había dirigido a mi con tanto cariño, era el ‘alcalde pedáneo’ del PSOE en RíoCaliente, era el chismoso que ganaba las elecciones para Trevín, y le pagaba haciendo la vista gorda ante una ocupación de espacio público, y la instalación de un pseudozoo, que contaminaba más que todas las vacas juntas. Eso no quita para que el policía de vigilancia, un comisario político, tuviese fritos a los ganaderos con sus riegas llenas de muerte tropical.
Dirigí mis pasos al puesto de la Guardia Civil y presenté denuncia. Me marché al Ayuntamiento de Llanes y pedí ver al alcalde para poner en su conociento lo que estaba ocurriendo. Antonio Trevín me recibió en su despacho, y me hizo ver que las calles en Llanes las cierran los vecinos y si a los de Madrid no nos gustaba, pues eso. No le dijo lo mismo a Rubalcaba con la gasolinera de la autopista del Cantábrico.
No entiendo cómo después de todas las TROPELÍAS URBANÍSTICAS, favores a constructores de la zona, obras abandonadas sin respetar normas legales ni cercanía al mar… Ningún parlamentario pepero se ha dado una vuelta allí y ha visto de lo que hablo. Por qué no aprovechan las preguntas de Trevín para que aclare éste y miles de extremos más. LA POLÍTICA NO ES UN NEGOCIO NUNCA.
Su concejala de urbanismo, hoy alcaldesa, se dedica a vadear los ríos con camiones de miles de kilos, mientras los del SEPRONA buscan a uno que se le había escapado el pis de la vaca.
La historia da para un libro, que seguro escribiré sentado en mi casa de RíoCaliente.
Después vi a Trevín de presidente de Asturias, de delegado del Gobierno de Zapatero, y ahora dando clases de honradez en el Parlamento.
Es evidente que pertenecer a un partido político es la carrera más rentable que existe. Trevines conozco unos cuantos…
Llanes es hoy un pueblo a reventar 15 días en verano, y el resto muerto y enterrado. ¡GRACIAS TREVÍN!. Eso sí, hay para aparcar cientos de miles de metros cuadrados de prados. ¿las vacas? Que coman pan y chocolate.
pedro aparicio pérez
gurú horas
fontanero de la Comunicación
director de prnoticias.com