El desayuno es una de las comidas más tantes del día y nunca se debería prescindir de él. Según la nutricionista y dietista Sandra Garrigós, asesora de granini, ‘el desayuno debe atar los nutrientes necesarios para afrontar la jornada con energía’.
Para ello, los alentos que se deben incluir siempre en un desayuno completo y equilibrado son las frutas, los lácteos y los cereales, con la posibilidad de repartirlos entre el desayuno y la media mañana.
Es tante, además, tener en cuenta que con el cambio de estación, y la llegada del buen tiempo y el calor, aumentan nuestras necesidades hídricas. Por este motivo, en este momento del día, apetecen mucho más las frutas frescas, con gran cantidad de agua como la piña, la naranja o el melocotón, necesarias para reponer los líquidos que vamos perdiendo, especialmente en ambientes calurosos, húmedos o si practicamos ejercicio físico.
La nutricionista Sandra Garrigós recomienda consumir una ración de cada uno de estos grupos de alentos:
· Frutas: principalmente destacan su gran contenido en agua, azúcares, vitaminas y minerales, necesarios para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. En general, las vitaminas más abundantes en las frutas son la C y la provitamina A, lo que les confiere un gran poder antioxidante. Por otro lado, los minerales más abundantes son el potasio, que interviene en la transmisión nerviosa y en la contracción muscular, y el magnesio, relacionado con la salud gastrointestinal y el correcto funcionamiento de los músculos y el sistema nervioso. Se recomienda escoger frutas de temada, ya que mantienen mejor sus propiedades nutricionales y organolépticas sabor, aroma, textura. ‘Una gran ventaja es que las podemos tomar en forma de zumos o néctares, consiguiendo hidratarnos y beneficiarnos de las propiedades nutricionales de la fruta. Los sabores de granini son una buena opción para hidratarnos, vitaminizarnos, mineralizarnos y atar lo mejor de la fruta natural’, apunta la nutricionista.
· Lácteos: es idóneo ir variando entre la leche, los yogures y los quesos. Los desnatados procionarán menor cantidad de calorías y de grasas saturadas.
· Cereales o farináceos: lo más recomendable es incluir cereales integrales en nuestra dieta, ya que atan una mayor cantidad de fibra, vitaminas y minerales, en relación a los refinados. Existe un amplio abanico que puede ir desde los cereales de desayuno, hasta el salvado de trigo o avena, pasando las rebanadas de pan, las tortitas de maíz o el ‘muesli’. Todas estas opciones atan hidratos de carbono de absorción lenta, un nutriente que prociona energía a las células de nuestro organismo y asegura el correcto funcionamiento del sistema nervioso, entre otras funciones.