Con el objetivo de analizar y avanzar en los elementos necesarios a la hora de evaluar medicamentos, las carencias y virtudes del actual sistema, así como las últas evidencias que deben tenerse en cuenta a la hora de realizar dichas evaluaciones, se ha celebrado la Jornada ‘Tendencias en evaluación de medicamentos’, organizada la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AEETS) y MSD.
La reunión –cuya inauguración ha corrido a cargo de la Prof. Natividad Calvente, Jefe de Área de Farmacoeconomía de la Escuela Nacional de Sanidad ha contado con la intervención de uno de los expertos referentes a nivel europeo en evaluación durante los últos 15 años, Michael Rawlins, ex chairman del NICE (Institute for Health and Clinical Excellence).
Asismo, en el marco de esta cita ha tenido lugar la presentación del Diploma Universitario de Posgrado en Evaluación de Tecnologías Sanitarias, cuyos objetivos son dar a conocer los métodos que utiliza el trabajo de la evaluación de tecnologías sanitarias, entender el contexto en el que se produce y adquirir una perspectiva crítica del papel de la evaluación clínica en la valoración de tecnologías sanitarias en el proceso de toma de decisiones clínicas.
Dirigido a profesionales de la Medicina que necesitan ampliar conocientos y competencias en la evaluación clínica y en la metodología de la evaluación de tecnologías sanitarias, es una iniciativa para la mejora asistencial fruto de la colaboración entre tres organizaciones, la Fundación Gaspar Casal, la Universidad Pompeu Fabra y MSD.
Bernardo Alonso, director del área de Acceso a Mercado de MSD España, subraya ‘el compromiso de MSD la difusión del conociento científico más actual, y la tancia de capacitar a los profesionales sanitarios en técnicas de evaluación de medicamentos para la mejora asistencial y el beneficio del paciente, de ahí el pulso y apoyo a iniciativas como esta Jornada o el Diploma de Posgrado’.
Según explica el Dr. Juan del Llano, presidente de la AEETS y director de la Fundación Gaspar Casal, ‘mediante este proyecto se quiere contribuir a un mejor conociento de los conceptos básicos y las principales herramientas de la evaluación de las tecnologías sanitarias, aprender a utilizar las evidencias científicas en este campo y mejorar en el desempeño profesional de la evaluación clínica a partir de la estadística, la epidemiología y el análisis de decisiones’.
El Diploma, que consta de 150 horas distribuidas en sesiones interactivas teóricoprácticas y talleres prácticos, cuenta con 30 créditos ECTS y es titulación de posgrado de la Universitat Pompeu Fabra.
Implicación de los profesionales sanitarios en la gestión clínica
En el ámbito de la gestión clínica, el Dr. José Luis Zamorano, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y ponente de la Jornada, pone el acento en el papel de los profesionales. ‘La gestión clínica es fundamental para tener una Sanidad pública universal. Y para su plantación es clave la contribución de los profesionales. Sin ellos, sin el esfuerzo de todos, estamos perdidos’, apunta.
Para lograr una gestión clínica más eficiente, resulta fundamental la planificación y el diseño de forma conjunta de unos objetivos en cada entorno profesional.
Por su parte, el análisis de costeefectividad cobra cada vez mayor tancia en la gestión clínica. En este sentido, el Dr. Zamorano señala que dado que los recursos son litados ‘debemos decidir bien y con ideas claras dónde invertir nuestros recursos”. Pero para ello, “no solo hay que considerar el coste de los medicamentos, sino que hay que valorar desde las intervenciones, los dispositivos, el coste de la enfermedad, de los profesionales, el coste hospitalario de cada proceso, etc’, añade este experto.
En los últos años, cada vez es mayor la concienciación entre los profesionales de tomar parte y asumir responsabilidades de gestión clínica. ‘Los médicos somos muy trabajadores, dedicados y con gran espíritu de mejorar. Siempre estamos estudiando, muchos ya han hecho cursos de gestión. Los residentes en el Hospital son parte de la élite intelectual de España, han sido brillantes en el colegio, en la Universidad, han sacado el MIR y tienen inquietudes y ganas de superarse. No aprovechar estas cualidades únicas para mejorar el sistema sería un gran error’, enfatiza el Dr. Zamorano.
Principales carencias en la evaluación de medicamentos
Según señala la Dra. Marta Trapero, profesora asociada e investigadora en la Universidad Pompeu Fabra e investigadora en la Universidad Castilla La Mancha, ‘en España, pese al significativo aumento del número de evaluaciones económicas de tecnologías sanitarias abordadas durante la últa década, éstas no se han empleado en la práctica para ordenar la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS)’. En el caso específico de los medicamentos, ‘la situación es igualmente preocupante, ya que el principio de ‘financiación selectiva’ de los medicamentos no se ha materializado en la aplicación explícita de criterios de costeefectividad’, afirma.
Por ello, para este experta, como prera propuesta de mejora, tal y como describe el libro recientemente publicado de la Asociación de Economía de la Salud (AES) ‘Sistema Nacional de Salud: diagnóstico y propuestas de avance’, cabe señalar ‘la adaptación al entorno español de las recomendaciones emitidas las principales agencias internacionales de evaluación; la aplicación de las guías metodológicas ya existentes en España para estandarizar las evaluaciones económicas realizadas en el país; la fijación de los precios máxos financiables el SNS según el balance costeefectividad de los medicamentos; y la iniciación de una estrategia a largo plazo de reinversión, desplazando aquellas tecnologías de escaso valor terapéutico y elevado coste otras más costeefectivas’.
En las evaluaciones económicas de los medicamentos, se han identificado diferentes áreas de controversia en los siguientes ámbitos: costes (perspectiva del análisis, valoración de los costes sanitarios, valoración monetaria de las pérdidas laborales y métodos de estación de los cuidados informales), medidas de resultado (la no identificación de medidas de resultados en salud más adecuadas para cada una de las enfermedades, extrapolación de instrumentos adecuados para medir la calidad de vida en España y poderla incorar a las evaluaciones económicas, etc.) y evaluaciones económicas en situaciones especiales (como la evaluación económica en los medicamentos para enfermedades raras o en los tratamientos ‘al final de la vida’).
