Son muchos los años que han pasado desde que el Doctor Diego Murillo Carrasco, Presidente de la aseguradora AMA, tomase el últo sorbo amargo de un vino que nunca pidió.
Olvidar el pasado es la función de esos grandes hombres que escudriñan en sus sueños para alentar un futuro mejor para los suyos, que al final somos todos: la sociedad en su conjunto. Un esfuerzo poco reconocido, el del gestor amenazado todo, pero que es capaz de transmitir con mano izquierda y buen temple, las órdenes que gobiernan ese gran transatlántico.
Hoy, y con el recuerdo y las informaciones frescas en mi cabeza, puedo decir, sin temor a equivocarme, que a Diego Murillo, se le está quedando pequeña nuestra maltrecha España. Conocedor como pocos de lo que es el pacto, la negociación y el acuerdo, Murillo pone, como Colón, rumbo a las américas. Con un equipo renovado, con fórmulas que han demostrado éxito entre los profesionales de la medicina, enfermería, veterinaria, odontología… cientos de colegios profesionales que se han beneficiado y se benefician del buen hacer de una fórmula que funciona en el seguro como en su casa.
Padre y abuelo feliz. Hombre creyente en sus principios, defensor de nuevos conceptos, y creador de una de las grandes obras de los últos años del sector asegurador. Un día me contaron en Moncloa que querían cerrar todas las mutuas. Con AMA no pudieron. Con Murillo, tampoco.
Se abre una nueva etapa de competencia en mercados emergentes y necesitados de nuevas formas de contratar.
Apunten, Diego Murillo, AMA y sus mutualistas, a ganar nuevos mercados y a crear nuevos conceptos.
Enhorabuena Doctor, te esperamos en América.
pedro aparicio pérez
gurú horas
fontanero de la Comunicación
director de prnoticias.com