‘La publicidad sanitaria, aunque necesaria, es un tipo de publicidad especialmente sensible y, lo tanto, debería estar especialmente regulada con el fin de evitar que los pacientes reciban información que les pueda generar falsas expectativas y tanto llevar al engaño’, ha comentado el doctor Villa Vigil, presidente del Consejo General de Dentistas durante la X Jornada de Odontología Legal y Forense que reunió a odontólogos de toda España en Segovia.
Al hablar de la autorregulación, Alfonso Villa Vigil se refirió a la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) destacando la rapidez con la que actúa en caso de conflicto si se compara con los Juzgados. Sin embargo, señaló como inconveniente el carácter voluntario de este Órgano de Vigilancia, lo que sus dictámenes no son vinculantes.
Asismo, recordó a los facultativos la exigencia de actuar con la diligencia debida respecto a todas sus obligaciones en relación al paciente y la obligación de poner todos los medios que tienen a su alcance para ofrecer la mejor asistencia clínica posible (‘lex artis ad hoc’). Por últo, incidió en la tancia de que a la hora de ofrecer servicios sanitarios, los facultativos cuenten con las atribuciones y competencias profesionales necesarias.
En la misma línea se manifestó Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la OMC. Según puso de manifiesto, no siempre se actúa de forma ética lo que podría poner en riesgo la salud de los pacientes, incluida la de los pacientes sanos. De ahí la tancia de regular de forma ‘especial’ la publicidad sanitaria.
El letrado del Consejo General del Poder Judicial, Alejandro Abascal, señaló que la práctica publicitaria agresiva y la publicidad engañosa o desleal en el ámbito sanitario es algo relativamente nuevo en la legislación española.
Por su parte, el abogado de la Asociación de Consumidores de Torre Ramona, Luis Manuel Lamata, apuntó que los aspectos que más preocupan a su organización son las garantías de vida que ofrecen algunas franquicias, la oferta de prestaciones que se publicitan como gratuitas y que en muchas ocasiones forman parte del propio tratamiento como es el caso de quitar los puntos de sutura al paciente.
Destacó también la tancia de que los facultativos faciliten la información necesaria al paciente escrito y advirtió de que las fórmulas de financiación que se ofrece parte de algunas macroclínicas no siempre representa un ahorro frente a las clínicas de dentistas tradicionales. Por últo, advirtió de los riesgos que entrañan los contratos vinculados ya que dejan en situación de desamparo al paciente. Por eso, desde su Asociación abogan un contrato de financiación claro, único y transparente.
Andrés Palomo señaló que la consideración de la publicidad engañosa como delito también es algo relativamente nuevo. Su objetivo es proteger a los consumidores de los posibles daños graves que el anunciante podría provocar a través de su publicidad, pudiéndose incluso denunciar de oficio. Asismo, apuntó que este delito está tipificado de forma distinta en los diferentes Estados y que la publicidad engañosa puede incurrir también en otra serie de delitos como el de estafa, lesiones o delito de salud pública.
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