‘España es un país envidiable en cuanto a cultura de vacunación infantil pero, en general, ésta se pierde en la edad adulta’. Así lo ha manifestado el doctor Fernando GonzálezRomo, microbiólogo clínico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, durante la ponencia ‘Un paso adelante en la vacunación antineumocócica’, enmarcada dentro del XXXIV Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que se ha celebrado en Gran Canaria.
Por este motivo, en esta edición se ha incidido en la necesidad de aumentar el grado de concienciación sobre la enfermedad neumocócica también entre los adultos. ‘A pesar de que la incidencia de la enfermedad neumocócica invasora (ENI) en personas de más de 65 años es de 20 casos cada 100.000 habitantes/año y de que la tasa de fallecientos de esta patología, cuando hay presencia de la bacteria en sangre, puede llegar al 30% en este grupo de población, el paciente adulto sigue sin ser consciente de la tancia de vacunarse frente al neumococo’, ha señalado este especialista.
Para revertir esta situación es fundamental que el profesional sanitario desarrolle una adecuada labor de divulgación sobre esta patología. ‘El hecho de que tengamos tasas de vacunación antineumocócica inferiores en población adulta no se debe a la falta de concienciación, sino a la falta de conociento. Los pacientes demandan que los médicos expliquemos el qué de la necesidad de vacunarse y nosotros debemos responder a este requeriento’, ha puntualizado el doctor GonzálezRomo.
Sin embargo, la concienciación sobre la enfermedad neumocócica no resulta de utilidad si no va acompañada de una apropiada estrategia de vacunación. La bacteria del neumococo presenta una elevada tasa de circulación y colonización, lo que resulta prácticamente posible evitar el contagio de forma natural. Por ello, durante este sposio se ha señalado a la vacuna conjugada trecevalente como una estrategia adecuada para combatir los serotipos más frecuentes de S. pneumoniae en nuestro país.
‘La vacuna conjugada trecevalente, a diferencia de la polisacárida, actúa frente a la colonización y produce una respuesta de anticuerpos mucho más rápida y que genera memoria inmunitaria. Esto supone un gran avance, ya que los anticuerpos de la vacuna conjugada no tienen que pasar todas las fases de reconociento del antígeno, evitando así que se puedan producir las complicaciones asociadas a esta patología’, ha remarcado el doctor GonzálezRomo.
Los adultos con patologías crónicas, además de ser uno de los grupos de pacientes más numerosos a los que el profesional sanitario de Medicina Familiar y Comunitaria trata diariamente, son un colectivo de población donde la incidencia de la enfermedad neumocócica es mayor. Y es que, además de la edad, se ha descrito que determinadas enfermedades concomitantes subyacentes aumentan el riesgo de enfermedad neumocócica invasiva y su evolución.
Para el doctor Jesús Molina, médico de familia del Centro de Salud Francia (Madrid) y coordinador del Grupo de Enfermedades Respiratorias de semFYC, ‘Los pacientes con patologías de base, especialmente aquellos con patología respiratoria, presentan una serie de condicionamientos en la vía aérea que favorecen la proliferación bacteriana y provocan un aumento de infecciones diferentes microorganismos, entre ellos el neumococo’. Para destacar la necesidad de una adecuada inmunización contra la enfermedad neumocócica invasiva en este grupo de pacientes, durante este sposio también se han presentado las principales conclusiones del ‘Consenso sobre la vacunación antineumocócica en el adulto con patología de base’.
Auspiciado la Sociedad Española de Quioterapia (SEQ) y suscrito otras 15 sociedades científicas plicadas en el tratamiento de los adultos con patología de base, este documento se ha realizado con el objetivo fundamental de aumentar la protección de estos pacientes frente a la enfermedad neumocócica. “Este consenso es fundamental que recomienda la vacunación de las personas inmunodepridas e inmunocompetentes con la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente que, frente a la polisácarida ventitresvalente, ha demostrado una inmunogenicidad muy superior y una inmunidad duradera en el tiempo, lo que no es necesaria la revacunación”, ha concluido el doctor Molina.
