Con ‘ABC’ y ‘La Razón’ entregados al nuevo monarca casi desde la abdicación del Rey Juan Carlos, había interrogantes respecto de la interpretación de los dos principales diarios: ‘El País’, su pasado de izquierdas y ‘El Mundo’, su ambigüedad y las investigaciones del ‘Caso Noos’ que han salpicado a la Monarquía. Esta mañana ‘El Mundo’ ha calificado el discurso del nuevo Rey de ‘valiente que no debe caer en saco roto’ y ‘El País’ en boca de su director Antonio Caño ha hablado de una ‘otunidad perdida’.
‘El Mundo‘ en clave positiva destacó que en su discurso ‘Don Felipe asumió plícitamente la autocrítica los errores cometidos y el papel de pulsor de los cambios que necesita el país’. Y continuó indicando que ‘el prer mensaje de Felipe VI a la nación fue ambicioso y audaz’.
Alabó también la cercanía de los nuevos monarcas ‘el Rey fue aclamado y aplaudido en siete ocasiones. Esta muestra de complicidad con la monarquía renovada que encarnan Felipe VI y la Reina Letizia contrastó con la frialdad calculada con que Mas e Íñigo Urkullu saludaron el nuevo tiempo’.
Y ‘El Mundo‘ concluyó indicando en su principal editorial de hoy que ‘descontada la antipatía de los nacionalistas, tanto la reacción en el Congreso como sobre todo el profundo afecto demostrado los ciudadanos en la calle y frente al Palacio de Oriente a la nueva Familia Real prueban que la Monarquía renovada de Felipe VI supone un relevo bien recibido. Ahora es preciso que las palabras del nuevo Rey no sean flor de un día ni caigan en saco roto’.
‘El País‘ también hizo un editorial conciliador, pero en sus columnas de opinión fueron más críticos. Sorprendió la opinión de Antonio Caño, nuevo director de la cabecera y supuestamente más cercano al Príncipe. Caño tituló su artículo ‘Una otunidad perdida’ . indicando que ‘ la jornada de proclamación del nuevo Rey resultó deslucida y que el discurso del Monarca fue pobre, carente de la trascendencia y solemnidad del momento’, concluyeron.
Y agregó que ‘fue un discurso sple, correcto, pero débil, sin la relevancia requerida. En resumen, una ocasión perdida. Afortunadamente para él, este es solo el prer día de su reinado. Es a partir de ahora cuando tendrá que demostrar su auténtica valía, su utilidad, el tante papel que se le tiene reservado’.
No obstante, Caño finalizaba su artículo con un voto de confianza al nuevo monarca. ‘Fue este, tanto, un comienzo de reinado con poco lustre, tal vez acorde con nuestro carácter y con nuestra realidad actual: parco en ostentación y mesurado hasta el punto de confundirse con un cierto complejo histórico. Pero fue un comienzo que apunta en la dirección correcta, que aborda el debate auténtico, que no es el de MonarquíaRepública, sino el del mejoramiento de nuestra democracia y de nuestra convivencia’.
Seguiremos Informando…
