La clausura del Curso ‘Biotecnología y Salud’ ha sido el escenario en el que expertos y administración han aprovechado para insistir en las reflexiones y retos sobre los que han debatido durante tres intensos días personalidades de relieve nacional e internacional en la materia. Las principales conclusiones tienen que ver con la colaboración entre el sector público y el privado, la nueva regulación de ensayos clínicos europea, la visión multidisciplinar del abordaje de la biomedicina, la definición de lo que es innovación y el papel decisivo de los medios de comunicación.
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander ha acogido del 8 al 10 de julio el Curso ‘Biotecnología y salud: Desde la ciencia y la tecnología al pacto socioeconómico’, organizado dicha universidad, ASEBIO y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en el marco del Año de la Biotecnología en España.
Más de 40 expertos han debatido sobre la biotecnología en la medicina del cerebro, la medicina regenerativa y la medicina personalizada; tres temas que están propiciando un cambio en la forma de entender la salud. Tal y como lo ha explicado Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación: ‘Asistos a un cambio en el que los profesionales pasan de la generación de conociento a la cama del paciente’.
Según sus propias palabras, la biotecnología ‘es un sector que merece la pena y dentro de poco va a ser vital para la economía española. Es un área que encaja perfectamente en la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innovación, ya que congrega talento, investigación de calidad, participación empresarial y una enorme capacidad para resolver muchos de los retos de la sociedad’. Ha asegurado que ‘las empresas que más innovan son las que mejor están sobreviviendo a la crisis’.
El Director General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud, Agustín Rivero, también ha asistido a la clausura del curso. Ha hecho hincapié en que ‘todos estamos luchando el paciente’ y, en ese sentido, ‘la colaboración, llegar a acuerdos, es bueno para todos, lo que, o nos aliamos todos, o es difícil que funcione’. Precisamente sobre este asunto ha sido uno de los más recurrentes durante el curso.
Emilio Muñoz, presidente del Comité Científico de ASEBIO y codirector del curso, ha indicado que ‘cada vez hay que colaborar más entre lo público y lo privado que cada reto adicional que se plantean en todo lo que es la investigación biotecnológica y biomédica requiere esfuerzos constantes y de todos’. Natividad Calvente, Jefa de Área de Farmacoeconomía y Análisis del Medicamento, Escuela Nacional de Sanidad (Instituto de Salud Carlos III), también se ha manifestado en esta línea: ‘La colaboración públicoprivada, entre industrias, investigadores y Administración es fundamental’.
Regina Revilla, presidenta de ASEBIO, ha añadido que el sector biotecnológico, ‘que es joven, está mirando lo que necesita la sociedad, buscando recursos en lo privado y lo público y transformándolo en riqueza. Ahora hay que medir los resultados en salud para saber exactamente en qué punto estamos’. Sin embargo, la presidenta tiene claro que la biotecnología ‘está jugando un papel preponderante’.
Además de la colaboración públicoprivada, otras de las conclusiones han sido: la necesidad de contar con fármacos disruptivos en enfermedades como el Azheer, el reto del marco regulatorio estable y transparente para la innovación biotecnológica y la financiación de fármacos innovadores.
Ana Polanco, directora de market access de NovoNordisk, ha explicado que ‘dificultar la financiación de fármacos innovadores es dejar de gastar ahora para gastar mucho más dentro de unos años debido a la aparición de complicaciones’.
El últo de los retos puestos sobre la mesa ha sido la necesidad de acercar a la sociedad lo que se está produciendo en el sector de la investigación biotecnológica. Emilio Muñoz ha recordado que ‘los periodistas son un estímulo decisivo y muy tante para anarnos a seguir investigando en un ámbito que está en constante tensión’.
Seguiremos informando…